Fernando del Paso recuerda en la FIL a Juan Rulfo




Guadalajara, Jalisco.

“Perdóname Juan. Perdóname si no te escribí nunca. Pero como me dieron que tu jamás contestabas una carta. Por eso dije: ¿Entonces para qué te escribo? Y ahora me arrepiento. Me arrepiento Juan. Ahora quisiera que tú hubieras tenido varias cartas mías. Aunque yo no tuviera ninguna tuya. En serio. Me arrepiento porque yo tuve la culpa. Yo fui el que me fui de México. ¿No? Y no te escribí”, dijo Fernando del Paso.

Esta es la carta que Fernando del Paso nunca escribió a Juan Rulfo. Pero que transmitió el 8 de enero de 1986 en su programa en Francia Internacional y que le valió el Premio Radio Exterior de España.

Con estas frases, el ganador del Premio Cervantes evocó la memoria del escritor jalisciense, en el homenaje “De todos modos Juan te llamas”, por el centenario de Rulfo, en la Feria Internacional del Libro.

El más grande, no sólo de México, sino quizá de toda la literatura mundial, a decir también de Rosa Beltrán.

“Debería bastarnos con leer a Juan Rulfo en vivo y en directo, en su lengua, sin mediaciones. Para oír lo que las dos obras más poderosas de la literatura mexicana, y como diría Jorge Luis Borges, aún de toda la literatura, tienen que decirnos”.

“I hope you don't mind that I put down in words, How wonderful life is while you're in the world”.

Es Elmer Mendoza, uno de los autores del momento. Quien se permitió cantarle a Rulfo, una melodía de Elton John, que gustó a Rulfo al escucharla en la calle cuando caminaba con Federico Campbell.

Para Elmer, todos, absolutamente todos los escritores, son hijos de Rulfo.

“Soy un autor de novelas de acción, y algunos de ustedes podrían tener dudas porqué estoy aquí. Cuando me invitaron a hablar del maestro Rulfo, yo lo pensé también. La razón es que Rulfo es tan grande, pero tan grande, que nos cobijó y nos influyó. A todos”.

Del Paso, recordó aquellos días de charlas interminables con su gran amigo.

“Nos pasamos las horas tomando café, fumando cigarros. En ese sentido Juan era como una enciclopedia andante. Conocía como nadie de novela mexicana, rusa, china, húngara, chilena, argentina, como "un verdadero experto" y sabía datos reveladores de la vida de los autores”.

Y a los presentes, les caló hondo cuando Rulfo, se dejó escuchar en el salón que lleva su nombre.