Guadalajara, Jalisco.

Las mujeres tienen que derribar muros para participar en política. Pero para una mujer indígena, se tienen que derrumbar muchos.

Así lo señaló Eufrosina Cruz, la primera mujer indígena en presidir el Congreso de Oaxaca, durante el Foro titulado “Los acosos a la civilización. De muro a muro”, realizado en la Feria Internacional del Libro.

“Si yo no hubiera roto ese muro de rebeldía de decirle a mi papá: no quiero estar entregada al matrimonio como mi hermana a los doce años. Si yo no hubiera roto el muro de la indiferencia, porque soy indígena, porque soy mujer, porque mis facciones quizá son diferentes, mi tonalidad de voz es diferente. Porque mi rostro es diferente. Y ese es el muro que quiero que rompa México”, dijo.

Relató que el primer muro que tuvo que romper fue el de la lengua, pues hablaba zapoteco y así tuvo que insertarse en un mundo donde se hablaba castellano.

Luego, el muro de poder llegar a la universidad. Y cuando quiso ser alcaldesa de su pueblo, Santa María Quiegolani, se encontró con otra barrera, la del machismo que no la dejó llegar a pesar que había triunfado en el proceso electoral.

Aseguró que el miedo, es el muro más difícil de romper.

“Y tenemos miedo a lo que no conocemos a lo que no comprendemos a lo que no hemos visto. Es momento de aprender a conocer lo que no conocemos. Lo que es diferente, no tengamos miedo a reconstruir ese nuevo dialogo que necesita México”.

Y aseguró que más allá de ideologías de izquierda o derecha lo que importa es reconstruir al país.

“Y voy a seguir hasta donde de, porque todavía debo un chingo a mi pueblo. Le debo el camino, el centro de salud y por eso creo en la solidaridad, pero tiene que partir de nosotros”.