La Haya, Holanda.
La contaminación de huevos con insecticida ha provocado pérdidas en Holanda de al menos 150 millones de euros, estimaron fuentes del sector, un escándalo que sigue expandiéndose por Europa y que este lunes llegó a Austria.
"Los daños se elevan a alrededor de 150 millones de euros (176 millones de dólares", afirmó Mark Jong, portavoz de la federación ZLTO que representa a unos 15.000 granjeros y horticultores del sur de Holanda.
"Los daños para las cadenas de supermercados ascienden a decenas de millones de euros", agregó Rene Roorda, director de la federación de minoristas CBL, a la que pertenecen grupos de supermercados como Albert Heijn, Aldi, Lidl y Jumbo.
"Hemos retirado huevos de 4.000 supermercados. Millones de huevos han sido destruidos", declaró Roorda a la agencia de prensa nacional ANP.
"Estamos haciendo todo lo posible para recuperar la confianza de los consumidores", añadió Roorda, sin aportar más detalles.
- Sospechosos ante el juez -
Aunque los huevos no contaminados fueron repuestos en muchas tiendas de todo el país, decenas de criaderos de aves de corral seguían cerrados desde que se revelara la contaminación de los huevos con fipronil, el 1 de agosto.
Iris Odink-Schrijver, tesorera del sindicato holandés de avicultores, dijo a la AFP que todavía no habían estimado los daños.
"De momento, seguimos desinfectando los gallineros, esperando librarlos completamente de fipronil", afirmó.
Dos hombres de 31 y 24 años debían comparecer el martes por primera vez en el marco de este caso ante un tribunal de Zwolle (centro), indicó una portavoz de la fiscalía.
Se trataría de los propietarios de Chickfriend, una compañía holandesa a la que contrataron los agricultores para erradicar el ácaro rojo de sus corrales.
"Comparecerán a puerta cerrada ante un juez, que decidirá si deben seguir detenidos o no", señaló la portavoz, Marieke van der Molen, a la AFP.
- 'Ningún riesgo para la salud' -
Se detectaron huevos contaminados con fipronil en 17 países europeos, así como en Hong Kong.
El lunes, Austria fue el último país europeo en anunciar que había encontrado fipronil en productos a base de huevo importados de Alemania, Holanda, Bélgica y Polonia.
Sobre 80 muestras realizadas al azar, sobre todo en productos de panadería y mayonesa, hasta ahora 18 revelaron contener pequeñas trazas de este insecticida, según la Agencia Nacional para la Salud y la Seguridad Alimentaria austriaca (AGES).
Sin embargo, la agencia subrayó que las cantidades descubiertas son despreciables y que "no hay ningún riesgo para la salud".
El fipronil es corrientemente utilizado contra las pulgas y garrapatas en los animales domésticos, pero está prohibido en la cadena alimentaria en la Unión Europea.
El caso ha provocado enfrentamientos entre Bélgica, Holanda y Alemania, los tres países en el centro de la crisis, que se acusan mutuamente de no haber actuado antes.
La Comisión Europea se reunirá en septiembre para tratar el tema.
Bélgica fue el primer país que notificó oficialmente el sistema de alerta de seguridad alimentaria de la UE sobre la conataminación de los huevos, el 20 de julio, seguida por Holanda y Alemania.
La UE insiste en que no hay ningún riesgo para la población incluso aunque, según la Organización Mundial de la Salud, el fipronil puede ser peligroso en grandes cantidades para los riñones, el hígado y la tiroides.