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Estudio de CUNorte revela que siguen presentes conductas tradicionalista en torno a las relaciones de pareja

Con la intención de confirmar si la violencia en pareja tiene un impacto en el bienestar subjetivo de las víctimas, llevaron a cabo un estudio con más de 400 personas de Colotlán y Totatiche, todos estudiantes del Centro Universitario del Norte, denominado “Violencia de pareja, redes de apoyo social y bienestar subjetivo”, el cual arrojó datos de los que habla Mario Alberto Morales Martínez, profesor investigador de tiempo completo del CUNorte y quien encabezo dicha investigación.

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“El análisis estadístico que se realizó, el computo posterior, nos indica que el porcentaje de estudiantes que tienen una visión tradicionalista o sexista era cercano al 70 %, en una traducción distinta o más sencilla, es que siete de cada diez estudiantes de CUNorte tienden a tener una visión machista, sexista, centrada en el hombre como el principal beneficiado de las acciones y actividades que se realizan tanto por hombres como por mujeres, a grandes rasgos. ¿Qué quiere decir esto? justamente qué dije: que hombres no se involucran en los quehaceres, que los hombres no se involucran en crianza de hijos, que los hijos hombres no tienen que ayudar en la casa con los quehaceres, que las hijas son las que predominantemente tiene que hacerlo, que el que preferentemente va a trabajar es el hombre, que recibe los beneficios del trabajo que hacen las mujeres y que hay una desigualdad y que la ven bien”.

El contexto cultural ha dado pie a que se conserve una visión patriarcal, ya que al hombre se le ha considerado como el proveedor y a la mujer como quien debe quedarse en casa a cargo de las labores domésticas y la crianza de los hijos, situación que obvió el estudio.

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“Uno sospecharía que esta visión la tienen más los hombres, pero lo que encontramos es que es casi igual en proporción hombres mujeres, significa que las mismas mujeres tienen estas actitudes, las han naturalizado y las toman como normales. Otro dato sorprendente es, no solo el hecho de que sea esta composición, sino que sean estudiantes de una universidad cuando uno sospecha o uno pensaría que después de pasar varios procesos de socialización y de formación desde la secundaria, el bachillerato y llegar a este nivel universitario, ellos tendrían ya un capital cultural adquirido que les pudo haber hecho cambiar esta visión; lo interesante es que no ha cambiado, ya llegan a este nivel y se les pregunta y lo que responden va en este sentido y eso sorprende también”.

En términos de prevalencia para las tres variables existentes de violencia documentada (psicológica, física y sexual), hubo porcentajes similares tanto en hombres como en mujeres, explicó el investigador.

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 “Encontramos que no solo 29 % en general se reporta violentado, sino que la violencia de pareja en estos tres tipos mencionados, seria de acuerdo a los siguientes porcentajes: para violencia psicológica 22 % de las personas se reportaron violentados; aclaro, y esa es la parte interesante, había una suposición y siempre ha sido un supuesto del cual nosotros partimos, y era el hecho de que la violencia de pareja se considera que la sufren predominantemente las mujeres o principalmente y que los hombres no, o escasamente; para sorpresa de nosotros en el resultado que obtuvimos, lo que se observa es que también los hombres  que encuestamos se reportan violentados en un porcentaje considerable; en general 32.6 % de mujeres se reportan violentadas contra 23.2 % de hombres”.

El financiamiento para llevar a cabo este estudio se obtuvo mediante el Programa para el Desarrollo Profesional Docente, con los resultados obtenidos hicieron un comparativo con lo que sucede en Montería, donde hay un proyecto similar que dirige el investigador José Celedón, de la Universidad Cooperativa de Colombia. Se tiene la intención de continuar con la tercera fase del proyecto y además concientizar a los alumnos sobres la situación para así disminuir las estadísticas negativas obtenidas, concluyó entrevistado.