Londres, Reino Unido.
La aerolínea regional británica Flybe anunció su quiebra el jueves, tras haber escapado a ella recientemente gracias a una ayuda gubernamental, debido a la epidemia de coronavirus que redujo drásticamente el tráfico aéreo mundial y le asestó un golpe mortal.
"Todos los aviones están en tierra y las operaciones en el Reino Unido cesaron con efecto inmediato", anunció, llamando a sus clientes a no ir a los aeropuertos dado que no existen vuelos alternativos.
La mayor aerolínea regional de Europa ya había escapado a la quiebra a mediados de enero gracias a un impulso fiscal del gobierno de Boris Johnson, que le acordó aplazar el pago de impuestos, y después de otro rescate el año pasado por el consorcio Connect Airways.
"El impacto del (virus) covid-19 en las operaciones de Flybe significa que el consorcio ya no puede comprometerse a continuar con el apoyo financiero", explicó un portavoz de Virgin Atlantic, uno de los inversores del consorcio, junto con los fondos Stobart y Cyrus.
La epidemia de coronavirus ha provocado una importante disminución en los vuelos a nivel mundial, lo que llevó a numerosas aerolíneas, como Lufthansa y Air France, a reducir considerablemente su tráfico.
La Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) consideró el jueves que las compañías aéreas podrían perder hasta 113 mil millones de dólares en ingresos en 2020 debido al impacto de esta enfermedad.
Sin embargo, Flybe ya sufría graves dificultades financieras desde hace mucho tiempo. Stobart señaló en un comunicado haber inyectado más de 135 millones de libras en la aerolínea en los últimos 14 meses.
Esta aerolínea, que empleaba a unas 2 mil 400 personas y tenía su sede en Exeter, en el suroeste de Inglaterra, transportaba unos ocho millones de pasajeros al año.
Esta es la última gran bancarrota del sector del transporte británico, después de la de Monarch en 2017 y la del operador turístico Thomas Cook en 2019.
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Debido a la importancia de Flybe en el transporte regional británico, dado que era la única aerolínea que operaba en algunos pequeños aeropuertos del norte de Inglaterra, el gobierno de Johnson vulneró en enero su principio de no interferir en los negocios de las empresas privadas.
Sin embargo, tras el anuncio de este paquete de rescate, los competidores de Flybe, Ryanair e IAG --compañía propietaria de Iberia y British Airways-- habían protestado contra lo que consideraban subvenciones anticompetitivas e ilegales.
Flybe era el principal transportista en aeropuertos como Aberdeen, Mánchester y Southampton.
"El Reino Unido ha perdido uno de sus mayores activos regionales", lamentó el presidente de Flybe, Mark Anderson.
La economía británica, que ya sufre del Brexit y del coronavirus, "depende en gran medida de una aerolínea regional viable", consideró por su parte el sindicato Unite.
Durante la campaña para las legislativas anticipadas de diciembre, Johnson hizo del reequilibrio económico entre Londres y el norte del país una de sus principales promesas.
Sin embargo, en vista del empeoramiento de las finanzas de Flybe, el ejecutivo optó esta vez por tirar la toalla y ya está estudiando cómo restablecer los servicios anulados.
"La gran mayoría de las rutas de Flybe se cubren con otros medios de transporte y hemos pedido a los operadores de autobuses y trenes que acepten los billetes de Flybe y a otras aerolíneas que ofrezcan descuentos", dijo un portavoz de Downing Street.
El gobierno británico también ha prometido revisar los impuestos sobre los billetes de avión en el presupuesto que se publicará el 11 de marzo.