Guadalajara, Jalisco.
Los niños de Puerta Real que tienen que trepar una barda para llegar a la escuela, ubicada en el fraccionamiento vecino Cima de Sol, es una de las tantas problemáticas que enfrentan los habitantes de Tlajomulco de Zúñiga por la urbanización cerrada de interés social que es excluyente, mencionó el académico Bernd Pfannensteins al presentar el estudio sobre Gestión Territorial Social en este municipio.
"Yo confío mucho que la edición es el cambio del país, la primera acción de día de los niños es brincarse una barda y por mínimo digo 'a ver pónganle una puerta o algo".
El geógrafo alemán realizó un estudio en 17 fraccionamientos de Tlajomulco de Zúñiga con 34 mil viviendas, de las cuales el 14% están abandonadas y vandalizadas. Silos fue el asentamiento con mayor número de casas desocupadas: 833, el 30% del total. Le siguen Hacienda de Eucaliptos con 672 y Abedules con 562. En éste último fraccionamiento, sus moradores tomaron la decisión de levantar un muro en medio de una calle para resguardarse.
Las encuestas arrojaron que el 55% de los habitantes se siente inseguros, una tercera parte no tiene acceso a educación básica, más de la mitad camina 20 minutos entre su hogar y la parada del camión y el 62% no tiene acceso a servicios de salud, explicó Pfannensteins.
El alcalde de Tlajomulco de Zúñiga, Alberto Uribe destacó que el veto a la "vivienda huevito" frenó el ritmo de crecimiento del municipio, el cual pasó de 47 mil casas habitación por trienio a 5 mil.
Sin embargo, reconoció que no pudo solucionar todos los problemas.
Uribe aseguró que había 18 mil viviendas abandonadas en Tlajomulco y que Infonavit colocó 8 mil.
De las restantes, 6 mil fueron vendidas a empresas para su restauración y venta, por lo que únicamente dejará 4 mil unidades sin uso.