Washington, Estados Unidos
Estados Unidos celebró este jueves la caída en las detenciones de inmigrantes indocumentados en la frontera con México en febrero, atribuyendo esa evolución a las políticas del presidente Donald Trump.
El número de inmigrantes sin papeles detenidos en la frontera cayó 40% entre enero y febrero, según cifras del Departamento de Seguridad Interior (DHS), publicadas el miércoles. Es una "señal muy prometedora" dijo el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer.
"Esas medidas reflejan que tanto la economía como la frontera están ya respondiendo a la agenda del presidente incluso cuando estamos en las etapas iniciales de implementar políticas", dijo Spicer en un encuentro con periodistas.
El secretario de Seguridad Interior, John Kelly, que supervisa la agencia de inmigración ICE y la Patrulla Fronteriza, dijo que habitualmente las detenciones de inmigrantes clandestinos aumentan entre 10 y 20% cada año entre enero y febrero.
"Por el contrario, este año hemos asistido a una caída del número de detenciones, de 31.578 a 18.762, es decir una disminución de 40%", señaló en un comunicado difundido el miércoles.
Según Kelly, a raíz de "la entrada en vigor de los decretos" migratorios de Trump el número de detenciones en febrero tiende hacia "un mínimo mensual en los últimos cinco años al menos".
"La caída del número de detenciones muestra un cambio marcado de tendencia", añadió.
Pero el canciller mexicano, Luis Videgaray, que se reunió este jueves con altos funcionarios estadounidenses en la Casa Blanca, llamó a esperar nuevas mediciones antes de hacer conclusiones.
"Es prematuro (...) Cifras de un mes no pueden tratarse como una tendencia. Hay que esperar", dijo en rueda de prensa.
Para Kelly "estos primeros resultados muestran que la aplicación de las leyes tiene un impacto, que la disuasión tiene un impacto, y que una aplicación efectiva de los textos en materia de inmigración tiene un impacto".
- El muro va -
En unas directrices recientes, el DHS mantuvo la práctica de anteriores administraciones de priorizar la deportación de indocumentados con antecedentes penales pero dejó claro que las personas sin lazos con crímenes, consideradas no prioritarias para ser deportadas por el gobierno de Barack Obama, ahora estarán explícitamente desprotegidos.
La caída de las detenciones no reducen la necesidad del muro que Trump ya ordenó construir a lo largo de la frontera con México, indicó Spicer.
"Por supuesto que aún es necesario y es un compromiso que el presidente hizo. Y una de las cosas que los estadounidenses aprecian del presidente es que es un hombre que cumple su palabra", añadió.
En Washington Videgaray se reunió con Gary Cohn y Herbert McMaster, asesores de Trump en economía y seguridad, así como con el yerno del presidente y alto consejero de la Casa Blanca, Jared Kushner, con una agenda principalmente centrada en migración.
El ministro mexicano reiteró al gobierno estadounidense su rechazo al proyecto de que las autoridades estadounidenses separen a niños de sus padres indocumentados cuando sean sorprendidos tratando de entrar clandestinamente a Estados Unidos.
Es una "posibilidad grave", dijo, señalando que obtuvo de la Casa Blanca la afirmación de que "no es una decisión tomada".
Videgaray, que viajaba este jueves a La Habana, no se reunió con su par estadounidense Rex Tillerson, aunque detalló que ambos conversaron la víspera por teléfono y que esperan encontrarse en la capital estadounidense en un "par de semanas".