Miami, Florida.

La tormenta tropical Dorian se ha fortalecido en las últimas horas y está previsto que alcance "pronto" categoría de huracán y lo haga horas antes de llegar a Puerto Rico y el fin de semana al sureste de Estados Unidos aún con más fuerza, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de EEUU.

En su boletín de las 11.00 hora local (15.00 GMT), el NHC indicó que Dorian se ha fortalecido en las cálidas aguas del Caribe en las últimas horas y se acerca con vientos máximos sostenidos de 70 millas por hora (110 km/h) a Puerto Rico y las Islas Vírgenes, hacia donde se dirige con una velocidad de traslación de 13 m/h (20 km/h).

El meteorólogo Rob Molleda detalló este miércoles a Efe que según las imágenes de radar de San Juan desde las primeras horas de este miércoles se empezaron a sentir en Puerto Rico los efectos de Dorian con fuertes lluvias y vientos con rachas de tormenta, especialmente en el este de la isla.

Molleda matizó que, aunque no se convierta en huracán de categoría 1 en la escala Saffir-Simpson (sobre un máximo de 5), las condiciones de tormenta de todos modos son "bastante severas" y pueden ocasionar inundaciones.

El NHC pronostica que podrían recogerse hasta 25 centímetros de agua, lo que podría provocar riadas "mortales", en el este de Puerto Rico, las Islas Vírgenes, noroeste de Bahamas y el sureste de EEUU.

Junto con la lluvia y los vientos, los expertos alertan de duras condiciones de la mar en esta región, donde se registrará fuerte marejada y corrientes marinas que podrían poner en peligro la vida de las personas.

El meteorólogo del NHC, con sede en Miami, recordó que Dorian, que está unas 40 km al sureste de la isla de Saint Croix, en las Islas Vírgenes de EEUU, será el "primer impacto significativo" para Puerto Rico desde el paso del huracán María, que causó en septiembre de 2017 la muerte de unas 3 mil personas.

El meteorólogo del NHC señaló que la tormenta ha cambiado un poco su trayectoria y se dirige más hacia el noroeste de lo inicialmente previsto, lo cual ha favorecido a República Dominicana, que ahora enfrentará un efecto "indirecto" del fenómeno.

Molleda precisó que el centro de Dorian puede pasar la tarde de hoy "sobre o muy cerca" de Puerto Rico, donde se esperan al menos vientos de tormenta tropical sobre "gran parte de la isla" hasta la noche, lo mismo que en las Islas Vírgenes de Estados Unidos y Británicas.

Lo que sí es seguro es que ahora hay mayor probabilidad de que Dorian alcance como huracán la costa suroeste de Estados Unidos, donde se pueden comenzar a sentir los primeros efectos a partir de la noche de este sábado.

Sin embargo, subrayó que hay total incertidumbre sobre en qué parte de EEUU podría golpear y con qué fuerza, aunque algunos modelos prevén podría llegar a Florida como huracán de categoría 2, con vientos máximos sostenidos superiores a los 96 m/h (154 km/h).

El experto dijo que se prevé que el centro de Dorian pase al norte o muy cerca de las islas más septentrionales del archipiélago de Bahamas y se dirija después al centro de Florida, aunque esta trayectoria, precisó, es prematura y "puede cambiar fácilmente".

"Estamos avisando a Florida, desde los cayos hasta Miami, y hasta el norte, pasando por Orlando, que no bajen su guardia porque todavía hay bastante incertidumbre", manifestó.

La costa sureste de EEUU tiene ya bajo el radar a Erin, la quinta tormenta tropical de la temporada de huracanes de la cuenca atlántica y que presenta vientos de 55 km/h frente al litoral de Carolina del Norte.

Afortunadamente, Molleda señaló que se prevé que Erin se mantendrá como una tormenta "débil" sin representar riesgo para Estados Unidos porque se encaminará hacia el norte, ni que empeorará las condiciones de Dorian, pues "están bastante separados" entre sí.

El meteorólogo precisó que Erin se dirigirá hacia el norte y después noreste sin afectar Estados Unidos, "posiblemente impactando algunas de provincias de Canadá como tormenta tropical o postropical".

En lo que va de temporada de huracanes, que comenzó en junio pasado, se han registrado otras tres tormentas tropicales, Chantal, Andrea y Barry, que se convirtió en huracán en julio poco antes de tocar tierra en Luisiana (EEUU), donde dejó cuantiosas pérdidas materiales, pero ninguna víctima mortal directa.