Guadalajara, Jalisco.
Los pacientes del Seguro Popular llegan desde las cinco de la mañana a la calle Belén para hacer fila en la farmacéutica Dimesa y salen del establecimiento con su receta intacta y sin los medicamentos de su tratamiento. Los afectados del desabasto son enfermos de diabetes, cardiopatía, enfisema pulmonar, déficit de atención y esclerosis sistemática, por mencionar algunas afecciones.
Desde el interior del estado se trasladan a este punto para surtir; invierten tiempo, dinero y únicamente agravan su condición de salud por no poder conseguir las medicinas.
Candelaria Medina es una de las pacientes que se traslada desde Tecolotlán, en busca de Azotriopina, de un coto de 863 pesos, para el control de esclerosis sistemática, una enfermedad que le causa dolor en articulaciones y en caso de avanzar podría presentar deformaciones en los huesos.
Raquel Guillén padece diabetes y suma tres días sin suministrarse insulina. Llegó a Dimesa y tampoco la encontró.
El panorama para Bertha Calvario, paciente de enfisema pulmonar, no es más alentador.
El medicamento que requiere Bertha Calvario tiene un costo de mil 200 pesos y sin él su calidad de vida empeora.
La secretaría de Salud arrastra un adeudo de 700 millones de pesos con Dimesa, según publicó recientemente Mural y ésta sería una de las causas del desabasto de medicamentos en el Seguro Popular.