San José, Costa Rica.
Protestas de familias contra un programa de educación sexual complicaron la vuelta a clases a decenas de menores en Costa Rica, donde casi un millón de ellos comienza este jueves el año lectivo.
Pese a que el programa solo está dirigido a estudiantes de secundaria, un grupo de padres puso cadenas para impedir el acceso a una escuela primaria en el norte del país, informó la prensa local.
"No vamos a permitir que a nuestros hijos se les implante estas guías sexuales, estamos poniendo nuestras cadenas y nuestros candados, decimos no a este programa", declaró en un video que circula en redes sociales un hombre no identificado en la escuela de Puerto Escondido de Pital, en el cantón norteño de San Carlos.
Incidentes similares se registraron en al menos tres escuelas más de la zona, según el Ministerio de Educación Pública, mientras en todo el país surgían muestras de disconformidad de padres por el plan de educación sexual.
Algunos familiares entrevistados por medios locales reclamaron que las guías sexuales, impartidas a alumnos de décimo año, promueven la homosexualidad. El gobierno rechaza el señalamiento.
La ministra de Educación, Sonia Marta Mora, pidió a los padres que tengan dudas sobre el programa, vigente desde 2012, que se acerquen a los centros educativos para informarse sobre sus contenidos.
El año pasado, la ministra envió una circular a los colegios en el que indicaba que la educación sexual no es obligatoria y que si un padre lo solicita, su hijo no debe recibir esa clase.
"Si hay dudas de un papá sobre los programas, que se acerque al centro educativo, no se queden con lo que leen en redes sociales", dijo la ministra tras inaugurar el año lectivo.
"Es muy grave que se esté diciendo que los programas promueven la homosexualización, es inaceptable que circulen esas falsedades", agregó Mora.
Su antecesor en el cargo, el economista Leonardo Garnier, criticó el clima de intolerancia que rodea los programas.
"Ahora entramos en una nueva fase de intolerancia: ahora se cierran escuelas para oponerse a la educación sexual y afectiva. Es decir, se atenta contra el derecho de todos a la educación", escribió Garnier en sus redes sociales.