Catástrofe en India pone de relieve presiones medioambientales en los cauces de agua en Asia
Fotografía: AFP




Kuala Lumpur, Malasia.

La ruptura de un glaciar en el Himalaya, que originó una creciente devastadora de un río del norte de India, fue un desastre previsible que podría repetirse, en una región muy afectada por el cambio climático y con un desarrollo incontrolado de infraestructuras, advierten expertos.

Asia cuenta con algunos de los ríos más caudalosos del mundo, desde el Ganges en India, hasta el Indo en Pakistán, pasando por el Yangtsé y el Mekong, que nacen en China.

Estos cursos sustentan a millones de agricultores y pescadores y brindan agua potable a muchos millones de personas, pero cada vez se encuentran más amenazados por las modificaciones.

El aumento de las temperaturas está derritiendo los glaciares, lo que a largo plazo reducirá el suministro de agua a los ríos y aumentará el riesgo de aludes e inundaciones.

"Los proyectos de desarrollo plantean un riesgo real para los cursos fluviales, puesto que arrojan escombros o vierten líquidos en ellos, así como extraen arena y piedras", indicó Himanshu Thakkar, de la organización SANDARP, del sureste asiático, que se ocupa de las infraestructuras en ríos y los habitantes en sus márgenes.

"El cambio climático es un proceso muy largo (...) cuyos efectos ya se están produciendo actualmente", advierte

La ruptura del glaciar, el domingo, desató una catastrófica inundación sorpresiva en un valle en el estado de Uttarakhand, que provocó la muerte de decenas de personas y más de 170 desaparecidas, destruyendo a su paso puentes, carreteras y dos centrales hidroeléctricas en el río Dhauliganga, afluente del Ganges.

- Derretimiento de glaciares -

Es demasiado pronto para determinar qué debilitó al glaciar, pero todos señalan a las centrales hidroeléctricas construidas en una región con elevado riesgo sísmico.

"Esta región es muy vulnerable y por lo tanto no es apropiada para construir plantas energéticas, una tras otra", añadió Himanshu Thakkar. "Aquí no hubo prevenciones apropiadas, como estudios de impacto o geológicos".

Para Patricia Adams, directora de la oenegé ecologista canadiense Probe International, construir una plante en este lugar es peligroso, por la inestabilidad a causa de aludes de tierra.

Otros analistas afirman que el calentamiento climático pudo contribuir en la catástrofe.

De acuerdo a un amplio estudio publicado en 2019 por la universidad estadounidense de Columbia, los glaciares del Himalaya se han fundido a un ritmo el doble más rápido desde el año 2000, que en los 25 años anteriores.

"El impacto del cambio climático sobre el Himalaya es real", destaca Benjamin P. Horton, director del Observatorio de la Tierra, en Singapur. No sólo accidentes, el derretimiento de los glaciares priva a las poblaciones de agua potable y para la agricultura, añade.

La región ha conocido otros desastres vinculados al agua. En 2013, unas 6 mil personas murieron por inundaciones repentinas y aludes de tierra que arrasaron aldeas en el estado de Uttarakhand durante el monzón.

- Enormes inundaciones -

En los principales ríos de China, las inundaciones han empeorado en los últimos años.

El año pasado, el Yangtsé, el más largo de Asia, sufrió grandes inundaciones, provocando centenares de nuertos y miles de viviendas arrasadas. Para los ecologistas son consecuencia del cambio climático.

Además China ha construido una enorme red de represas, aunque las autoridades afirman que ayudan a administrar los flujos de agua.

Como en India, estas obras son controvertidas y su rol es destacado en avalanchas de tierra. Las represas construidas por Pekín son criticadas en el exterior, en la cuenca del Mekong particularmente, que nace en la meseta tibetana e irriga gran parte del sureste asiático.

Laos, Tailandia, Camboya y Vietnam sufrieron en 2019 graves sequías al caer el nivel del río.

Aunque algunos analistas culpan de este fenómeno al cambio climático, muchos piden a China mayor transparencia en la gestión de sus infraestructuras en la región.

Además, se construyen o planifican río abajo decenas de represas financiadas por China, lo que provoca preocupación.