Casa funeraria alerta de crecimiento desmedido de servicios por muertes de COVID-19
Fotografía: Georgina García Solís




Guadalajara, Jalisco.

De diciembre a enero se incrementaron más del 70% los servicios en la casa funeraria Infinity. La carga de trabajo se disparó repentinamente en esta funeraria como ha ocurrido en el resto del sector, en el que las empresas han tenido que apoyarse entre sí para satisfacer la demanda de cremaciones e inhumaciones por fallecimientos de Covid-19 en Jalisco, explicó el encargado, Javier Ramos.

“Nosotros en la funeraria identificamos el incremento de servicios a partir de diciembre, pero no de una manera tan exponencial con en este mes. En enero hemos tenido un incremento bastante alto, de más del 70%, en comparación de a mediados del año cuando el incremento era del 30, al 32%”.

Del total de personas que fallecen de Covid-19, el 90% son incineradas, lo que ha derivado en la saturación de los crematorios, donde cada incineración dura en promedio cuatro horas.

La capacidad de respuesta de las funerarias empieza a ser rebasada, reconoció el gerente de Infinity, quien explicó que cada vez tardan más tiempo para recoger los cuerpos en los hospitales o domicilios particulares y en entregar las cenizas a los familiares.

Aclaró que tuvieron que modificar su forma de operar, por lo que ahora se manejan por agenda, cuando en otras circunstancias se prestaba el servicio de manera inmediata.

“Un servicio normal se entregaban las cenizas al día siguiente, ahora por lo mismo de los crematorios hemos optado y les hemos dicho a los familiares de dos a tres días después. Los familiares entiende perfectamente porque tienen información del crecimiento de los casos de Covid y ellos sabiendo el tiempo ya programan sus misas del último adiós”.

A pesar de la demanda de los servicios funerarios, esta empresa asegura que ha mantenido los precios de los paquetes. De acuerdo con cifras del INEGI, los costos de los servicios funerarios rondan entre los 19 mil y 38 mil pesos en la ciudad de Guadalajara.


Georgina Iliana García Solís