Alfaro y Corral no se espantan ante amenaza de desaparición de poderes



Guadalajara, Jalisco.

No se amedrentan ante la amenaza de desaparición de poderes, ni Enrique Alfaro, de Jalisco y Javier Corral de Chihuahua, quienes lucharán contra la intentona rescentralista del nuevo régimen que encabezará López Obrador.

Así lo dijeron durante la primera mesa del Foro Federalista "Prisciliano Sánchez", en la Feria Internacional del Libro (FIL), en un panel moderado por el escritor Héctor Aguilar Camín.

El gobernador electo, Enrique Alfaro relató que luego de dos meses de reuniones con los próximos funcionarios del Gobierno federal, acordaron una ruta para cristalizar proyectos de movilidad y abasto de agua para Jalisco, pero nunca les concretaron nada. Además reiteró su rechazo a los superdelegados y su posible participación en labores de seguridad.

"Hagan lo que hagan, diga lo que diga Salgado Macedonio y nos amenacen, lo que queremos decir es que esta lucha por defender la soberanía de los estados apenas inicia", dijo.

"Yo no quiero pelear con Andrés Manuel López Obrador. Quiero ser claro en eso. El gobierno de Jalisco quiere trabajar con él para sacar adelante a nuestro país, a nuestro Estado. Con él he tenido muchas coincidencias, hemos peleado juntos, creemos que este país necesita cambiar un régimen echado a perder y lo queremos ayudar pero no es sometiéndonos y arrodillándonos como vamos a lograr que México salga adelante. Eso no va a pasar", dijo.

En la misma tesitura se pronunció Javier Corral, gobernador de Chihuahua. Relató que desde 1824 ha habido amenazas de regresión al centralismo. Y en 2018 se vuelve a asomar esa advertencia a quienes “no se cuadren”.

"En esta que quizá sea una de mis últimas participaciones en mi carácter de gobernador de Chihuahua, ya que es probable que pronto se desaparezcan los poderes de mi Estado", dijo.

"Yo también fui electo, por el pueblo de Chihuahua, soy tan legal y legítimo que el presidente López Obrador y nosotros no hemos ofrecido ni impunidad ni perdón y vamos a seguir combatiendo la corrupción y defendiendo el Federalismo".

Por su parte, el catedrático de la Universidad de Nueva York, Jorge Castañeda Gutman, consideró que incluso se asoma un autoritarismo plebiscitario.

Propuso una revisión del federalismo en su aspecto fiscal, ya que los estados por si solos, nada más recaudan cuando mucho el 20% de su presupuesto y tienen policías estatales que mantener.

"En el fondo el federalismo mexicano es una especie de lista de Santa Claus, de fines deseables, sin que nadie quiera darse los medios para esos fines deseables. Si tuviéramos un sistema medianamente racional, los fines que se establecieron desde la primera constitución tendrían correspondencia fiscal que los acompañara", dijo.

Cuauhtémoc Cárdenas explicó que la democracia, con sus valores de igualdad, va de la mano del federalismo y coincidió que se debe cambiar el modelo de distribución fiscal.

"Y es un paso que debería darse, la convocatoria a una nueva convención fiscal, que en las condiciones del país, distintas a los de los años 40 pudieran plantearse el cómo recaudar y administrar y distribuir con equidad", dijo.

El Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), José Ramón Cossío Díaz, añadió que la discusión sobre el federalismo ha transitado de un plano eminentemente técnico a uno político.

“Cuál es el enorme problema de tener un mal sistema federal, que no se logran los fines, ni eficacia, ni la salvaguarda de derechos, ni la realización administrativa cotidiana, proveer satisfactores ordinarios y hay problemas de descoordinación, yo creo que no hay cabeza que pueda ordenar el sistema federal mexicano”, dijo.

La senadora de la República, Beatriz Paredes Rangel reflexionó que la legitimidad electoral no precisamente es legitimidad democrática y se dijo preocupada por la visión del nuevo régimen.

"Entonces hay un concepto el aparato intermedio, como los empleados de confianza, los burócratas, etcétera no son funcionales porque representan al antiguo régimen. (Para ellos) lo que es funcional sólo es el líder y el pueblo. El líder que tiene un mandato que le da legitimidad y el pueblo que según él tiene la razón. Y a partir de esa premisa el aparato gubernamental estorba", dijo.