Zapotlán el Grande, Jalisco.

Con un espectáculo de sonidos que transportan, vestuarios coloridos que muestran identidad y tradición a quienes ven y escuchan sus pasos, llevan a cabo el encuentro número 22 de danzas y sonajeros en Zapotlán el Grande.

Isidro Espíritu Solano es el tercero de los punteros en la cuadrilla de los sonajeros Josefinos, nos explica que el bailar para él llego de una promesa que duraría un año y actualmente lleva 24 años como sonajero.

El respeto a la naturaleza, el orgullo de las comunidades indígenas y sobre todo los valores es el objetivo que los danzantes buscan en cada paso, menciona Roberto Solano Sosa, primer palabra de la danza prehispánica Izcalli.

Además de los movimientos y los sonidos que pueden percibirse en este encuentro, los participantes destacan por lo llamativo de sus vestimentas.

José Manuel Ramírez, capitán de la cuadrilla de los sonajeros Josefinos, menciona que los colores que portan son la alegría de la fiesta y un distintivo que identifica a cada cuadrilla del municipio.

Por otro lado, Roberto Solano Sosa, primer palabra de la danza prehispánica Izcalli, comenta que en el caso de los vestuarios de los danzantes, estos se caracterizan por el trabajo manual de los mismos, así como de la simbología que está plasmada en su atuendo pues, señala que es la esencia de quien porta el traje.

17 danzas de los cuales había sonajeros fueron los que deleitaron con sus movimientos, cantos, sonidos y características vestimentas en el centro de Zapotlán el Grande, en este Encuentro número 22 que llevaron a cabo en Plaza las Fuentes, en compañía de autoridades municipales, familias y amigos de los participantes, así como visitantes y locales del municipio.

Por Marisol Chávez