Deficiente la atención de emergencias en el 911




Por Luz Atilano

Desde el 9 de enero de 2017, Lagos de Moreno se integró oficialmente al 911, servicio de emergencias con el que a nivel nacional se dio la homologación de instituciones de socorro, tales como Bomberos, Tránsito, Policía Municipal y Protección Civil.

Desde entonces, y tal como lo informó en su momento un boletín oficial del Ayuntamiento, la autoridad municipal aseguró que los operadores que atienden las llamadas se encuentran debidamente capacitados para ofrecer “atención oportuna y de calidad en cualquier situación de emergencia, así como (para) dar el acompañamiento adecuado mientras llegan las unidades de emergencia”.

Sin embargo, a casi año y medio de la implementación de este servicio conocido ya y utilizado por la población laguense, poca garantía se tiene de ello. Y es que, son los usuarios quienes señalan como incorrecta o deficiente la atención de los operadores que han tomado sus llamadas en momentos de emergencia.

Compartimos a continuación parte de los testimonios de tres ciudadanos, dos de ellos referentes a la solicitud de protección a un plantel escolar durante la movilización policiaca del pasado 24 de mayo, y uno más en el que comerciantes pedían apoyo para evitar un robo en su negocio:

1 «Y realizamos la llamada a lo que viene siendo el 911 y la señorita del 911 me contestó que no me preocupara, que no había ningún problema y que la Policía Municipal ya tenía todo bajo control. La verdad es que no había nada bajo control, […] eso fue falso… bueno, lo que yo le decía a la señorita del 911 es que mandaran a alguien para que reguardara la seguridad».

2 «Yo hablé al 911, la chica que me contestó me pasó a la supervisora y me dijo que el operativo estaba bajo control, que era un operativo que ya tenían planeado desde hace mucho, que no pasaba nada y pues que estábamos demasiado alarmados por las redes sociales, que eso no era cierto, que todo estaba muy tranquilo, que todo lo tenían bajo control y que no pasaba nada… y que no tenían obligación de mandar a ninguna persona a resguardar la escuela. […] Yo le dije que como siempre estamos acostumbrados a que muerto el niño a tapar el pozo, le dije que yo lo que quería era evitar una situación de que alguno de los muchachos estos que estaban disparando se les escapara y se les fuera a escapar a la escuela, a brincarse o algo… mi temor era que sucediera algo. Entonces, en ningún momento tuvimos una patrulla afuera de la escuela ni tuvimos apoyo de Policía Municipal ni ninguna otra dependencia gubernamental».

3 «Llamé al 911, pues para hacer el reporte y al entrar la llamada descolgaron el teléfono pero sí tardaron como uno o dos minutos en contestarme, en hablarme o decirme algo, entonces yo no sabía si sí había entrado la llamada o no… y ya después me contestaron, me preguntaron que cuál era la emergencia y pues ya le indiqué que requería el apoyo policiaco y ya me dijeron que iban a mandar a una patrulla. Fue la única indicación que me dieron, que ya iba a llegar la patrulla y todo, pero en ningún momento se brindó la atención… lo que normalmente se debe (hacer) es dar el apoyo para contener la emergencia, ellos te deben decir, ir dando las indicaciones de qué es lo que se debe de hacer para evitar que ocurra alguna cosa o algún evento que sea peor… […] o sea, no dejarte solo ante la emergencia y bueno ya (es como) “ya nomás espérate a que llegue, no sé dependiendo la policía, la ambulancia o lo que sea”».

En los dos primeros casos, los ciudadanos hablan de una atención tanto poco útil para su seguridad como tardía, pues comparten, la patrulla solicitada acudió al lugar hasta cerca de una hora después, cuando ya no se le requería; mientras que en el tercer caso, si bien la afectada comparte que los elementos de Policía acudieron en un lapso aproximado de 10 o 15 minutos, señala directamente la incompetencia de los operadores para extender indicaciones a la población sobre cómo mantenerse a salvo.

Situaciones que, coinciden los tres, por un lado sólo provocan una mayor sensación de inseguridad y de no garantía de protección por parte de las instancias competentes, haciéndoles ver que no queda más que valerse por sus propios medios; y por otro, llegan incluso a demostrar que la implementación del 911 ha fallado en nuestro municipio, debido no sólo la falta de coordinación entre operadores y primeros respondientes, sino además al entorpecimiento y la lentitud del servicio.