Además del despojo material, afectaciones a nivel psicológico y social




Lagos de Moreno, Jalisco

La doctora Elvia Susana Delgado Rodríguez, investigadora y docente de la Universidad de Guadalajara ha estudiado las consecuencias a nivel psicosocial en los habitantes de Temacapulín, Acasico y Palmarejo a raíz de la amenaza de ser inundados sus pueblos, lo que a la par de mermar su salud, también ha desarrollado en ellos un proceso de empoderamiento y resistencia.

Por Gabriela Arreola

Elvia Susana Delgado Rodríguez, docente e investigadora de la Universidad de Guadalajara, decidió en 2010 acercarse a las comunidades de Temacapulín, Acasico y Palmarejo, después de que estos empezaran su lucha en contra de la construcción de la presa El Zapotillo entre 2007 y 2008; decidida a estudiar el proceso de resistencia, fue testigo y documentó de manera científica cómo la amenaza constante de perder sus hogares, sus raíces y su historia repercutió directamente en la salud de los habitantes, quienes hasta el día de hoy siguen en pie de lucha.

La doctora se especializa en estudiar desde la Psicología Social, cómo los proyectos de desarrollo, específicamente los casos de represas, traen consigo afectaciones psicosociales a los pobladores, estudios que son ignorados por los gobiernos que operan bajo un modelo neoliberal y al servicio de las élites.

La investigación fue recuperando testimonios donde hablan de la parte psicosocial, de las afectaciones a la salud mental y al tejido socio comunitario como también el proceso de aprendizaje y de resistencia. Cuando yo hablo de la afectación psicosocial, hablo de lo que es vivir bajo amenaza, desarrollo un concepto que tiene que ver con lo que es vivir bajo amenaza de despojo; estamos hablando de que hay un parteaguas en la vida cotidiana de la comunidad, empieza un proceso de angustia, de incertidumbre, desde ahí ya hay una afectación a la comunidad. “

Sin embargo, a la par de que la salud y la cotidianidad de los pueblos se vea trastocada, también surgen otros procesos de suma importancia, es el caso de la organización social y de la resistencia, que traen cambios positivos en los pobladores.

La comunidad se ve obligada a resistir, le viene algo que pone en juego su subsistencia su sobrevivencia como comunidad y entonces empieza otra lógica que tiene que ver con el empoderamiento, con la solidaridad, con el confrontar al estado y que eso es muy valioso como proceso de la comunidad. Es algo que yo estoy planteando en la investigación, yo digo que el trauma psicosocial puede ser mitigado y/o desactivado por el proceso de resistencia.”

Delgado Rodríguez afirma que todos y cada uno de los movimientos del estado, desde un twitter hasta una declaración como la que dio hace unos días Aristóteles Sandoval, forman parte de una estrategia para mermar la resistencia de los pobladores de Temaca.

Esta amenaza de despojo es una modalidad de una estrategia integral de desgaste o lo que se puede conocer como una guerra de baja intensidad o guerra integral de desgaste, en un proceso de guerra integral de desgaste hay deslegitimación, hay represión, intimidación, criminalización, entonces esto no es azaroso, esto no es una coincidencia, responde a una política económica neoliberal.”

El estado sabe perfectamente lo que está haciendo y es evidente que está comprometido con otros intereses que obedecen a las demandas de grupos y élites que se verán beneficiadas con el proyecto a costa del despojo, dice la doctora, quien también señala la importancia de que desde la academia, los investigadores y docentes se comprometan con causas como la de Temaca, y en la medida de lo posible se involucren para apoyar y aportar a la sociedad.