Guadalajara, Jalisco.

Recuerdos de la infancia, nahuales, campos abiertos con plantaciones de agave o lejanos cerros, son algunos de los elementos que el tapatío Miguel Ángel López ha pintado durante años, y algunas de sus obras ya se encuentran en el Museo Raúl Anguiano (MURA), bajo el nombre “Un viaje a la nahualera”.

Si algo identifica a la exposición de Miguel Ángel López, son sus vívidos colores, y escenas míticas donde el ruralismo se topa, en ocasiones, con la urbanidad, pero mayormente es el campo el lugar en el que el artista configuró escenas llenas de fantasía, antigüedad y espiritualidad, que se encuentran entre bicicletas y automóviles viejos.

La técnica utilizada es mayormente en acrílico, aunque no se detiene en mostrar otro tipo de mixturas, pues por ejemplo, también ha trabajado la acuarela. Algunas de sus obras son en gran formato, por lo que crece ese rasgo que las hace reconocibles: Relatos, historias, aquello que cuenta la gente, a través de una pintura.

Fotografía: Eladio Quintero

Miguel Ángel López nació en 1951 en Guadalajara, y terminó sus estudios en la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Guadalajara.

• Su creatividad basada en el onirismo lo ha llevado no sólo a presentar su obra en los recintos de aprecio artísticos más importantes de Guadalajara, sino también a ciudades europeas como Lisboa y París.