México a pesar de contar con políticas multiculturales y de reconocer minorías étnicas, no elimina la idea del racismo
Fotografía: Amayrani Pérez




Guadalajara, Jalisco.

Se asume que ya se acabo el racismo en Jalisco y en el país mexicano en general, debido a el en activismo indígena en espacios jurídicos y de gobierno, así como participaciones de los temas en la agencia internacional, sin embargo el Proyecto Antirracismo Latinoamericano en Tiempos Post-Raciales (LAPORA por sus siglas en inglés), refleja la existencia de un mundo "post-racial", en los países latinoamericanos entre ellos México donde el anti-racismo ha entrado aparentemente en ‘crisis’ y emergido como un multiculturalismo insípido y difícil de defender.

Hay una tendencia a asumir que el clasismo y la discriminación étnica son las causas más importantes de inequidad social, en lugar del racismo; o que es una problema de ofensa personal y no una cuestión social y estructural, ocasionando que se crea que las personas indígenas no caben en el proyecto de nación mestiza, sus diferencias “culturales” son pensadas como la causa de su desigualdad social, ignorando o negando la apropiación de sus recursos y territorios, borrando con esta ideología a la población afrodescendiente de la idea de nación mexicana de tal manera que se dificulta más identificar cómo afecta el racismo a esta población, declaro LAPORA.

La Dra. Gisela Carlos Fregoso de la Universidad de Guadalajara, quien realizó el trabajo de campo en este país argumentó que por la aún existente idea de que el mundo se divide por razas se sigue generando una desigualdad social, debido a que el “mestizaje” señala a indígenas y afrodescendientes como “diferentes”, mientras enaltece como “normales” al resto de la población, agregando que a pesar de eso, la población -mestiza ,normal y mexicana- está también organizada alrededor de las facciones y el color de la piel.

“¿si el perfil racial es importante porque no hemos hablado de ello? El reconocernos en la opresión nos hermana y fortalece y el racismo es una clase de opresión que beneficia y denigra a otros, es necesario que nos veamos como persona y uno mismo para vernos como iguales y no pedirnos que nos identifiquemos para notar las diferencias.” Comentó la académica.

En México no hay una ley específica que castigue el racismo, pero la gente puede usar estratégicamente el sistema de justicia para dar cuenta de los efectos del mismo. Hasta ahora ha sido posible demandar diferentes tipos de reparaciones contra personas indígenas, tales como actos oficiales de disculpa pública o la provisión de traductores y asistencia legal.

El proyecto Antirracismo realizado en países latinoamericano resaltó los retos para conformar una agenda antirracista en México:

  • El poder de la ideología del mestizaje Produce estos efectos.
  • El racismo es personalizado: es difícil verlo como un problema social y público.
  • El racismo está normalizado: es difícil reconocer cuándo se está experimentando algo racista, y si se detecta algún problema, se tiende a confundir con uno de clase.
  • El racismo es minimizado: se deslegitima la posición moral y psicología de quienes denuncian el racismo, acusándolos de “racistas”, acomplejados y resentidos.
  • Se asume que los pueblos indígenas sufren discriminación étnica (por su diferencia cultural).
  • No se reconoce el racismo estructural e histórico que sufren los afrodescendientes.

Así como los retos a trabajar:

  • Asegurarnos de que las acciones antirracistas están articuladas con acciones antisexistas, anticlasistas y/o otras luchas sociales.
  • Demostrar y circular en discursos públicos el rol que juega el color de piel en las inequidades sociales.
  • Desafiar la renuncia a usar “raza/racismo/antirracismo” como categorías útiles para explicar la opresión.
  • Desarrollar una agenda antirracista para la población mestiza en donde se cuestione cómo se benefician del racismo al mismo tiempo que son víctima de dicha práctica, y que el color de piel también marca sus oportunidades de “ buena vida”.

Redacción Amayrani Pérez