Las bocas del tormento Parte I: Un accidente reportado cada seis días

Las autoridades en el AMG nos venden la idea de que la han convertido en la segunda ciudad más importante del país, pero hay una situación que no pueden evitar: los robos.



Guadalajara, Jalisco.

“Se sigue extendiendo el problema de robo de tapas, de registros o cualquier pieza metálica de alcantarilla que pueda estar en el suelo.

No son pocos, en el tiempo que llevamos aquí, los coches que han caído en estos agujeros que están en el asfalto por este delito del robo de infraestructura urbana, que generalmente es hurtado para luego venderlo por kilo al fierro viejo (...)

Desafortunadamente se dan estos robos y muy pocas veces la autoridad acude a reponerlas, así que, como bien mencionas, lo que vemos más bien en la ciudad luego es que les colocan llantas encima o cualquier tipo de alerta que permita a los automovilistas saber que hay un agujero”.

Las bocas del tormento Parte I: Un accidente reportado cada seis días

Fotografía: Isaura López Villalobos.

Con mucha regularidad y firmeza, nuestras autoridades en el Área Metropolitana de Guadalajara nos venden la idea de que la han convertido en la segunda ciudad más importante del país. Porque es resiliente, un polo de atracción económica y turística y, sobre todo, un emblema a escala nacional.

Las bocas del tormento Parte I: Un accidente reportado cada seis días

Fotografía: Pablo Toledo

Pero hay una situación que no pueden evitar: los robos. Y en este reportaje, vamos a hablarte del caos que generan los robos de tapas de alcantarillas o rejillas de boca de tormenta.

Un delito que pareciera mínimo, pero que es bastante recurrente, genera riesgos que se agravan durante las lluvias y que tiene un registro elevado de percances.

La Unidad de Transparencia del Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA) compartió que, de enero de 2018 a junio de 2023, se tienen registrados 352 percances, a los que clasifica como “RC”, derivados de falta de señalamientos en obras, ruptura de tuberías, problemas de drenajes, fugas de agua, alcantarillas y/o bocas de tormenta dañadas, tapadas o por falta de ellas, deslaves, hundimientos o incluso socavones.

Esa cifra no es menor, pues implica un promedio de un percance cada seis días.

Y ojo: se trata únicamente de hechos en donde “los terceros afectados reclaman y demandan al organismo por daño moral, material o lesiones físicas”.

Es decir, que existe un listado muchísimo más alto de accidentes derivados por los robos de infraestructura del SIAPA y, por supuesto, de los desperfectos que atiende día con día el organismo operador.

  • De hecho, la cantidad de denuncias por robo es tan alta que integra una lista de 124 hojas. Documentos que, por supuesto, deben pagarse para ser consultados.
  • Lo que sí compartió el SIAPA fueron 20 hojas con nombres de colonias en las que se dice información por colonia y año bocas de tormenta, pero nada más.

Es decir, información imprecisa y a la cual no se le puede dar dimensión.

Por supuesto, este medio solicitó entrevista con la operadora metropolitana para abundar al respecto y conocer cuánto cuesta la atención a estos robos que, eventualmente, afectan a personas, jardines, mascotas, automóviles, vehículos de carga, menajes de casa, viviendas o empresas.

La Dirección de Comunicación Social declinó la solicitud y su homóloga de Transparencia respondió que, para hacer frente a estos hechos, el gasto corre a cuenta de la operación ordinaria del SIAPA.

Pues bien: para que tengas una idea de lo que cuesta mantener en buenas condiciones nuestro sistema de agua potable y alcantarillado, lo que a su vez implica seguridad con tapas de alcantarillas y bocas de tormenta en buenas condiciones, sólo este año la partida 1000 de Servicios de Personal del SIAPA es de mil 632 millones de pesos.

La de Materiales y Suministros es de 522.4 millones, y la de Servicios Generales de mil 575 millones.

En total, son tres mil 729.5 millones de pesos los que este año se están aportando al organismo operador metropolitano para que nuestra red hidrosanitaria esté en buenas condiciones.

Pero el robo hormiga que significan estos atracos no pinta.

El SIAPA afirma que no tiene un desagregado específico de cuánto ha gastado para reponer esta infraestructura, y eso que, después de los baches, la queja ciudadana que más se advierte es la proliferación de hoyos en el suelo porque alguien se robó la tapa de la alcantarilla o porque hay bocas de tormenta abiertas o con los metales levantados.

Las razones para ocupar esa posición no son menores: estos hoyos provocan llantas ponchadas, suspensiones averiadas y, en el peor escenario, accidentes. Y de estos hay muchos, pero ¿la responsabilidad recae sólo en el SIAPA? Quédate para las siguientes entregas de este serial.

Investigación especial de Pablo Toledo e Isaack de Loza.