Obras a medias, deficientes y rezagadas, las de la Administración 2015-2018




Por Luz Atilano

¿Recuerdas qué obras públicas se concretaron durante los últimos casi tres años?, ¿cuál es su estado ahora?, ¿realmente funcionan? Estas son algunas de las preguntas que muchos laguenses estarían dispuestos a responder con respecto al trabajo de la Administración 2015-2018 en materia de Obras Públicas.

Y no precisamente a favor, pues si algo ha hecho mal el gobierno presidido por Juan Alberto Márquez de Anda desde su toma de posesión, es prácticamente todo lo referente a aquellas obras que si bien figuran como grandes beneficios en numerosos boletines oficiales y en sus hasta ahora dos informes de gobierno, en la realidad presentan deficiencias, quedaron a medias o simplemente tardaron más de lo debido y sí, de lo prometido.

Entre éstas destacan las relacionadas con los trabajos de rehabilitación del centro histórico realizadas con recurso de Pueblos Mágicos: como fueron los trazos que tanto en calle Hidalgo como en José Rosas Moreno quedaron inconclusos por varios meses y que fueron reparados luego de un tiempo considerable, así como los daños ocasionados a las gradas de mármol de la entrada al Teatro José Rosas Moreno.

Y más grave aún, a pesar de dicha obra de remodelación en la Hidalgo, las rampas inservibles supuestamente construidas para facilitar el tránsito a personas discapacitadas, en sí la baja calidad de la obra y los encharcamientos de agua e inundaciones que a la fecha siguen provocándose igual o en mayor medida. Recordemos lo que vecinos y comerciantes compartieron al respecto, ante este espacio informativo:

«Cuando llueve ahí se junta toda el agua en las calles, se encharca».

«Se sigue inundando, es mucha la corriente, mucha el agua que baja de allá de las colonias de arriba, entonces el colector es insuficiente».

«Ya se están levantando los ladrillos que le pusieron. Aparte, se supone que ya no se iba a inundar allá. Se están inundando, se necesitaba no que se viera bonito, sino algo firme, algo por seguridad».

«Se inunda peor a causa de eso y pues duraron mucho tiempo como para que no se arreglara esa situación».

Sin duda, problemas del mismo tipo se presentaron en las siguientes etapas de rehabilitación del centro histórico: sea por la calidad de los materiales utilizados, como ocurrió también en calle Juárez, o por los interminables retrasos que se presentaron para la culminación de la obra en calle Francisco I. Madero.

Pero mención aparte merece la zona rural de nuestro municipio, pues no olvidemos, tan sólo entre algunos de los muchos ejemplos, a comunidades como La Merced, donde fueron reparadas algunas vialidades pero no solucionado el tema de los topes, en tramos muy altos y en otros inexistentes:

«Topan las camionetas, cuando pasan carritos así bajitos o camionetas, topan y es que no son topen, son “atrancones”».

«A mí lo que me gustaría es que pusieran topes aquí en esta [calle], porque como la otra que está arreglada le pusieron topes muy grandes, todas las camionetas pasan por aquí para no pasar por ahí y pues pasan y a veces los niños andan jugando. Está muy peligroso porque pasan muy recio las camionetas».

«Prometieron muchas cosas a muchas gentes, se dijo que aquí iban a arreglar las calles hasta abajo y esta de aquí hasta donde topa, y no lo hizo…», compartieron a este espacio algunos habitantes de La Merced.

O a la comunidad de El Refugio o Ejido El Maguey, para cuya reparación de una de sus calles principales no sólo no utilizó el material adecuado ni se concluyó el tramo prometido, sino que además, no fueron construidas propiamente sus banquetas. A sólo unos meses de su inauguración oficial, se presentó el deterioro de la misma:

«Estoy muy inconforme con quien vino a hacer la promesa de que se iba a hacer el trabajo desde la calle Hidalgo, desde donde empieza hasta donde termina… y no quedó, quedó en puras palabras».

«Pura piedra y tepetate y pues quedó peor. No lo hicieron como debía ser y la otra, le digo, si le hubieran echado el empedrado aunque sea con poquito cemento, hubiera quedado bien».

«Esas piedras con el agua se van a ir desbarrancando porque no le pusieron nada ahí. En la calle aquella, hay un tope y ya tiene toda la arena “arrejolada” donde se la llevó. No hubo banquetas, no hubo nada», señalaron entonces habitantes de El Refugio.

Sumado a ello, por supuesto, el caso del pozo destinado para Loma de San Antonio, San José de la Luz, Salto de las Yeguas y Periférico de San Cristóbal, cuatro comunidades de la zona norte del municipio, mismo que la información oficial declaró inaugurado aún sin entrar en funciones y cuya situación continúa siendo la misma.

«Desde la inauguración, que lo inauguraron… ¿eso qué?, no tenemos ningún beneficio, nada. Y él se comprometió, dijo, “yo les voy a mandar la máquina, nomás compren el tubo, yo les mando la máquina…”. Ya tenemos más de un mes y medio esperándola. Nos pusimos una cuota para comprar ese tubo, porque la excavación iba a venir gratis… y tenemos, ¿cuánto tiempo esperándolo? Nadie viene, [a decir] que “¿cómo andan?”… nadie».

«”Ya está terminado, ya ellos ya que se entiendan”, pero no nos entregaron la obra real, porque nos dejaron más de la mitad, porque aquí nomás nos dieron un kilómetro, nos dieron el pozo, el depósito, un kilómetro… y nos faltan 7 kilómetros que van para San José de la Luz con la línea de conducción, el depósito y luego la red de distribución. Son 7 kilómetros y con eso ya no nos quisieron apoyar. Entonces yo me imagino que ya por eso vinieron a inaugurar, para ya cortar los hilos por lo sano…».

¿Qué decir del tan reiterado bacheo si el desgaste de la infraestructura vial de la zona urbana es innegable? A pesar de que se han emprendido varias etapas de bacheo, éstas no han dado resultados o lo hicieron por un breve periodo de tiempo.

Insistimos, éstos son sólo algunos ejemplos entre las múltiples deficiencias de aquellas obras abanderadas por la actual administración.