La Vela inacabada de Calatrava en Roma, ante una segunda oportunidad por la Expo 2030
EFE/ Musacchio&Fucilla




Roma.

Una gran estructura en forma de red puntiaguda y acero blanco se eleva, abandonada, en la periferia romana. Es la "Vela" de Santiago Calatrava, una obra inacabada desde hace años que tiene una segunda oportunidad como punto neurálgico del proyecto con el que Roma aspira a acoger la Exposición Universal de 2030.

"Queremos mantener el proyecto original de Calatrava porque es fantástico. No lo haremos todo, porque su idea era poner dos velas gemelas, dejaremos una abierta y otra cerrada. Estamos trabajando con él", afirma a EFE el director técnico del proyecto, Matteo Gatto.

Roma sueña con la Expo de 2030 y, para ello, ha ideado un proyecto inspirado en la sostenibilidad titulado "Humanlands together for humanity" con el que espera ganar en la votación del 28 de noviembre a las otras dos candidatas, la surcoreana Busán y la saudí Riad.

Un proyecto "non finito"

La eventual Expo romana tendría su bastión en el barrio periférico de Tor Vergata, conocido sobre todo por su Universidad y en cuyos suelo se yergue uno de los edificios modernos más controvertidos de la ciudad: "La Vela" del arquitecto español Santiago Calatrava.

Se trata de los restos de lo que debía ser una Ciudad del Deporte para el Mundial de Natación de 2009, aunque los problemas y sobrecostes acabaron paralizando su construcción.

Más de una década después, la "Vela" sigue donde quedó, en medio de un páramo abandonado. El pabellón debía estar coronado por dos enormes cúpulas reticuladas de acero y vidrio con forma de aleta de un tiburón, pero solo una llegó a levantarse (pero sin cubrirse).

Sus entrañas, con la forma espinada de un gran pez, aparecen hoy pintarrajeadas y con los restos de fiestas clandestinas, a pesar de que el área está vigilada, mientras algunos operarios lo limpian para que albergue eventos del Jubileo del 2025.

El recinto es propiedad pública desde 2021, del ente que gestiona el patrimonio inmobiliario estatal, y aunque ya se intentó darle una nueva vida otras veces, la candidatura de Roma ha insuflado esperanza a esta "Vela".

Mejorar el futuro

El descampado de Tor Vergata sería el escenario de los pabellones nacionales, sobre los que se alzaría la construcción de Calatrava. Gatto apuesta por cerrar la "Vela" ya levantada y dejar descapotado el hueco que debería haber cubierto la otra paralela y jamás realizada.

La intención de este arquitecto genovés, autor de la Expo de Milán de 2015, es mejorar con infraestructuras duraderas la periferia romana, víctima de una perenne carencia de servicios, cuando no olvidada.

La Vela inacabada de Calatrava en Roma, ante una segunda oportunidad por la Expo 2030

El director técnico del proyecto, Matteo Gatto.EFE/ Gonzalo Sánchez

Gatto promete que la zona heredaría "un gran parque y campus universitario", además de que supondría una "gran oportunidad energética" porque se instalarán paneles solares que podrían nutrir a la Universidad y a, estima, 45.000 familias de sus barrios pobres.

En definitiva, no se trata de repetir errores del pasado, de aquellas Exposiciones que dejaban a su paso construcciones abandonadas o de difícil reconversión.

"Tenemos muy claro lo que puede ser (...) Nada de infraestructuras increíbles como en Sevilla (en 1992), que al final no tienen uso sino que estén vinculadas al futuro de la Universidad", explica el director.

Desde el corazón romano

Sobre el papel, el proyecto de la Expo de Roma va más allá de Tor Vergata para llegar al centro, levantando un pabellón en los Foros Imperiales y otros puntos que avisará a los casi 20 millones de visitantes anuales de la ciudad de la existencia del evento.

Luego se crearía un corredor de 12 kilómetros que unirá el centro con la Expo en Tor Vergata, paralelo a la Vía Appia Antica, la mítica calzada romana, para permitir las llegadas a pie o en medios de transporte sostenibles.

  • Pero los organizadores también esperan que para el 2030 se haya ampliado la tercera línea de metro, la C.

"Queremos dejar un nuevo barrio público dedicado a la Universidad, Investigación y el Deporte que ofrezca servicios a todos los barrios de alrededor con problemas, como Romanina o Tor Bella Monaca", alega.

Naturalmente, la Expo supondría ingentes cantidades de dinero, pero limpiaría la cara a la Ciudad Eterna. Gatto explica que el Estado desembolsará unos 4.000 millones de euros en unir el centro y la periferia romana, entre las partidas por el Jubileo, y el Fondo de Recuperación europeo destinará otros 18.000 millones.

"La Expo será el final de un recorrido muy largo de renovación total de Roma", auguró.