Emiratos pone en marcha la primera central nuclear árabe
Fotografía: AFP - Barakah Nuclear Power Plant




Dubái, Emiratos Árabes Unidos.

Emiratos Árabes Unidos entró el sábado en el club de países que utilizan la energía nuclear civil con la puesta en funcionamiento de una central en Barakah, la primera del mundo árabe.

"Anunciamos hoy que Emiratos Árabes Unidos ha procedido, con éxito, a la puesta en servicio del primer reactor de la central nuclear de Barakah, la primera del mundo árabe", tuiteó el jeque Mohamed ben Rashed al Maktum, primer ministro de Emiratos y soberano de Dubái.

"Es un momento histórico para los Emiratos en su objetivo de brindar una nueva forma de energía limpia a la nación", indicó por su parte Hamad Alkaabi, representante del país en el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y se felicitó del "éxito" de la puesta en marcha de la instalación.

Las autoridades emiratíes anunciaron el 17 de febrero la autorización de puesta en marcha de la central tras varios ensayos y explicaron que la gestión estaría a cargo de Nawah Energy Compagny.

Esta compañía, fundada en 2016, explotará y se ocupará del mantenimiento de los cuatro reactores de la central.

"Es una nueva etapa en nuestro camino hacia el desarrollo de la energía nuclear pacífica", dijo entonces Mohamed ben Zayed Al Nahyan, el príncipe heredero de Abu Dhabi.

La instalación fue construida por un consorcio liderados por Emirates Nuclear Energy Corporation (ENEC) y por el surcoreano Korea Electric Power Corporation (KEPCO) con un coste estimado de 24 mil 400 millones de dólares.

El primero de los cuatro reactores tenía que ser puesto en servicio a finales de 2017 pero la fecha fue postergada varias veces para satisfacer las condiciones legales de seguridad, según los responsables.

- 25% de necesidades del país -

Cuando estén plenamente operativos, los cuatro reactores tendrán la capacidad de producir 5 mil 600 megavatios de electricidad, es decir cerca del 25% de las necesidades de Emiratos Árabes Unidos, un país rico en petróleo.

El Estado federal integrado por siete emiratos cuenta con una población de 9,3 millones de habitantes, de los cuales el 80% son extranjeros.

Las necesidades en electricidad van en aumento a causa del uso de la climatización durante los veranos de altas temperaturas.

ENEC, una empresa pública, anunció en diciembre que el cargamento del combustible nuclear en el reactor tendría lugar en el primer trimestre de 2020.

Los responsables emiratíes insistieron en el carácter "pacífico" de su programa nuclear y aseguran que no incluye ninguna parte militar, en un contexto de tensiones en la región.

"Emiratos están apegados a las normas más elevadas de seguridad nuclear y no proliferación así como a una cooperación sólida y continua con el OIEA y los socios nacionales e internacionales", dijo en febrero Hamad Alkaabi.

El país acogió más de 40 misiones internacionales e inspecciones del OIEA y de la Asociación Mundial de Operadores Nucleares (Wano) desde 2010.

Pero el vecino Catar considera la central de Barakah como "una amenaza para la paz regional".

Como varios de sus aliados, incluida Arabia Saudita, Abu Dabi cortó relaciones oficiales con Catar desde junio de 2017.

Abu Dabi también tiene relaciones tensas con Irán, sancionado por la comunidad internacional a causa de su polémico programa nuclear hasta la firma en 2015 en Viena de un acuerdo con las grandes potencias mundiales.

Pero Washington se retiró unilateralmente de ese acuerdo en mayo de 2018 y restableció sanciones contra Irán. En consecuencia el país decidió retomar el enriquecimiento de uranio en septiembre de 2019 en su planta de Natanz.

Barakah, situado en la costa, solo está separado de Irán por las aguas del Golfo.

Estados Unidos, un gran aliado de Emiratos, está aplicando una política de "presión máxima" contra la República Islámica, acusada de crear tensiones en la región.