El diseño latinoamericano de posguerra encuentra un lugar entre los grandes del MoMA
Fotografía: AFP




Nueva York, Estados Unidos. 

Entre Picassos, Van Goghs y Warhols aparece de pronto una silla Totonaca de la diseñadora mexicana Clara Porset, o una vajilla de cerámica de la argentina Colette Boccara: son algunos de los objetos que componen una nueva exposición sobre diseño latinoamericano en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA),

y que encuentran así un destacado lugar en la modernidad.

La muestra, 'Crafting Modernity: Design in Latin America, 1940-1980', propone un recorrido por seis países del continente, México, Colombia, Venezuela, Brasil, Argentina y Chile, que buscaron adaptar materiales y técnicas autóctonas a las corrientes más vanguardistas del diseño.

"Tratar de aglutinar Latinoamérica como un todo es complicado", confesó a EFE Ana Elena Mallet, curadora invitada y responsable de organizar la exposición.

Aun así, la experta defendió que estos seis países compartieron en las décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial una idea de la modernidad, un período "de progreso a través de la industrialización" marcado por la búsqueda de una clase media que sirviese para mejorar las condiciones de vida.

Esta idea es la que da la bienvenida a los visitantes a la muestra a través de una frase de Clara Porset, que sirve para abrir la exposición:

"El diseño es sólo una resultante; su finalidad es la de cooperar a la elevación del nivel general de vida, trayendo la eficacia y el arte a las circunstancias diarias de cada uno".

  • Es en el énfasis en la vida diaria donde la exposición encuentra su más sólido anclaje.

A través de una serie de sillas, butacas, juegos de vajillas y demás muebles, el visitante realiza un paseo por los años y los países, aprendiendo sobre algunas figuras del arte que no suelen verse en los museos, en particular en Estados Unidos.

"Trabajar en este museo ha sido uno de los privilegios más grandes", explicó Mallet, que destacó en particular su orgullo por poder traer a Nueva York la alfombra Loma Verde de Gego (Gertrud Goldschmidt), una enorme pieza que lleva el nombre de un edificio de condominios de Caracas (Venezuela).

Junto a las piezas en exposición, los responsables decidieron instalar una serie de proyecciones que muestran estos objetos en su entorno original, adornando algunas de las preciosas casas diseñadas por arquitectos latinoamericanos en la posguerra.

La silla Totonaca de Porset, en la residencia familiar de Enrique Yáñez, en México, o las butacas de Miguel Arroyo, en la Casa Pampatar de Alfredo Boulton, en Venezuela, se revisten de presencia y solidez al convertirse en el centro de brillantes estancias modernistas.

Estas proyecciones sirven así de pegamento de la exposición, dando continuidad a cada objeto y una sensación de totalidad a la muestra.

El proyecto no ha servido solo para poner el foco sobre los logros del pasado. Gracias a su trabajo preparando la exposición, Mallet pudo conocer a numerosos diseñadores jóvenes que están tratando de revisar la historia del diseño latinoamericano y de encontrar vocabularios y causas comunes.

"Creo que ese es uno de los aprendizajes personales de la exposición: hay una escena, incluso en Venezuela, una escena vibrante del diseño, unas ganas de hacer cosas", explicó con entusiasmo la curadora.

Gracias a esta exploración del diseño latinoamericano contemporáneo llegarán a la tienda del MoMA, templo del arte moderno neoyorquino, varias piezas de artistas locales, además de reediciones de algunos de los objetos que se pueden ver en la muestra, como las sillas de Porset o las vajillas de Boccara.

La muestra 'Crafting Modernity: Design in Latin America, 1940-1980' se podrá ver en el céntrico museo de la Gran Manzana desde este viernes hasta el próximo 22 de septiembre.