Sólo el 21% de la población cree que los piropos son violencia




Guadalajara, Jalisco.

La violencia contra las mujeres está en la esquina de tu casa. En el camión de transporte público. En el mercado, en la oficina de gobierno. En la calle. Es una violencia soterrada: existe pero muchos se niegan a verla. La violencia de género es cotidiana y así lo confirma un estudio recién publicado por la Cámara de diputados.

Sólo dos de cada 10 personas encuestadas consideró que los piropos son un tipo de violencia contra las mujeres. 39 por ciento dice que no son violencia, mientras que el 38 por ciento dice que “depende el piropo” es el nivel de violencia.

El estudio fue elaborado por el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública del Poder Legislativo de México. La fecha de levantamiento fue entre los días 24 y 25 de mayo en una muestra de 900 entrevistas efectivas realizadas por medio de las llamadas telefónicas.

Entre los datos relevantes que concluye este estudio se encuentran los siguientes resultados:

21% cree que es violento hacerle piropos a las mujeres

38% de las personas piensa que no es violencia chiflarle a las mujeres en la calle.

13.7% piensa que no es violencia invitar a salir reiteradamente a una mujer, a pesar de su rechazo.

9.3% piensa que besar a una mujer sin su consentimiento, no es violencia.

11.7% piensa que no es violencia tomarle fotografías a una mujer sin su consentimiento.

acoso callejero mujeres Diseño: Irving García

- Miedo y acoso callejero -

65 de cada 100 mujeres que han sido víctimas de violencia de género, y que fueron encuestadas para este estudio, señalaron que tienen miedo de andar en el transporte público.

Más de la mitad (55%) asegura que las han tocado sin su consentimiento, mientras que el 35% ha recibido mensajes vía celular para hacerles insinuaciones sexuales.

De nuevo, más de la mitad (54%) ha sido víctima de personas que les enseñaron sus partes íntimas sin el consentimiento de la mujer. Sin embargo, apenas el 39% de las mujeres víctimas de violencia denunciaron estas conductas, principalmente porque no tienen tiempo para hacer el trámite o porque se sintieron temerosas de sufrir una amenaza. En el 3% de los casos, las consultadas señalaron que tenían vergüenza de hacer los señalamientos.


Omar García