Declaraciones oficiales confirman que Joel Isidro Salas Armendáriz murió bajo custodia de Policía Municipal




Lagos de Moreno, Jalisco

El director del Hospital Regional pormenoriza las dos ocasiones en que Policía Municipal llevó al joven a recibir atención médica, en la segunda sin signos vitales. Especifica las condiciones en que fue trasladado.

Por Gabriela Arreola y Luz Atilano

Una vez confirmados los primeros resultados sobre la causa de muerte de Joel Isidro Salas Armendáriz, así como del examen toxicológico que el director de Fiscalía General del Estado región Altos Norte asegura fue entregado por personal del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, donde se habla de un edema agudo de pulmón y que en su organismo se encontró rastro de anfetaminas, declaraciones oficiales confirman que el joven murió aún en custodia de Policía Municipal.

El médico Armando Solórzano Enríquez, director del Hospital Regional, relata algunos pormenores de lo sucedido la madrugada del jueves 25 de mayo, cuando personal del nosocomio dio atención a Joel en dos ocasiones. La primera de ellas luego de un supuesto episodio psicótico en la cárcel municipal.

“Aproximadamente a las 12 con 22 horas acude personal de seguridad pública al servicio de urgencias del hospital regional, solicitando apoyo con un paciente al parecer esquizofrénico que al parecer se quiso suicidar, solicitan solamente se le aplique algún medicamento para poderlo relajar, porque al parecer al día siguiente lo van a trasladar al hospital psiquiátrico a Guadalajara. El paciente ingresa al hospital, lo revisan los médicos, le aplican un solo medicamento relajante. En este caso es un paciente que ingresa, no tiene criterios para hospitalizarse puesto que él requiere tratamiento psiquiátrico y la policía decide regresarlo a los separos.”

Según afirma, personal del turno nocturno le administró vía intramuscular 10 miligramos de diazepam y se le mantuvo en observación, mas no en calidad de hospitalizado, hasta las 2 de la mañana con 6 minutos, cuando elementos de Policía trasladaron al joven nuevamente a la cárcel municipal. Quienes, a las 4 de la mañana con 58 minutos, volvieron con él al hospital, esta vez sin signos vitales.

“Regresan a las 4:58 con el paciente sin signos vitales, paciente en paro; ingresa el paciente en paro, llegando de manera inmediata lo transmiten a la sala de choque, empiezan a darle maniobras, le aplican los ciclos de maniobras y el paciente ya no salió. Al ser un paciente llega en paro, no tiene signos vitales, se presume que murió antes de llegar, lo que nosotros hacemos generalmente es un parte de cadáver, como en este caso venía acompañado de las autoridades que lo tenían en custodia, ellos de manera inmediata lo trasladaron al SEMEFO (IJCF).”

Solórzano Enríquez señala que se desconoce si Seguridad Pública le administró algún medicamento, y que personal de dicha dependencia no entregó ningún parte médico al hospital. Por otro lado, habla de las condiciones en que arribó en ambas ocasiones: sujeto con vendas a una tabla rígida. Al parecer, misma postura en que murió.

“Armando Solórzano: Es un paciente que al parecer se puso agresivo, sufre un ataque psicótico motivo por el cual lo sujetaron a la tabla rígida y nos lo trajeron. El paciente venía atado, amordazado, no se podía mover. La policía en custodia lo mantuvo de esa manera al interior del hospital

Señal Informativa: La segunda vez ¿cómo ingresó?

Armando Solórzano: En la misma camilla rígida en la que todo el tiempo estuvo.”

El director del Regional menciona que por tratarse de un hospital de segundo nivel, éste no cuenta con área de psiquiatría ni con sus protocolos de actuación, por tanto no atiende pacientes con trastornos de este tipo. La acción que de manera inmediata debió efectuarse, hubiese sido su traslado al hospital psiquiátrico de Guadalajara.

Hay que decir, pese a que la información declarada por Armando Solórzano, es más precisa que incluso la del director regional de Fiscalía (quien se supone cuenta con la carpeta de investigación del caso), aún existen huecos en la reconstrucción de los hechos: niega que existan registros de los dos ingresos de Joel al nosocomio así como los nombres de quienes lo atendieron –con el argumento de no ponerles en riesgo–, y habla de que se le brindó atención sin saber si ya se le había administrado algún medicamento en la cárcel municipal.

Por otra parte, es importante mencionar que si bien Joel Salas no murió en el hospital, de acuerdo el entrevistado, el procedimiento que éste debe seguir es realizar un parte de cadáver. Sin embargo, no fue realizado debido a que Policía Municipal no lo permitió, pues inmediatamente los elementos tomaron el cuerpo para trasladarlo a Ciencias Forenses.

El Centro de Salud Delgadillo Araujo cuenta con un psiquiatra, pero sólo en turno matutino. DIF también cuenta con uno pero una vez por semana.

A pesar de que en Lagos no se atienden casos de psiquiatría, una instancia de salud hubiera sido un mejor sitio para el resguardo de Joel, en lugar de Seguridad Pública.

En una siguiente entrega abundaremos en las negligencias, violación de derechos humanos y posible caso de tortura…