El volver de los leones negros al Cuciénega
Foto: Difusión CUCiénega




Ocotlán, Jalisco

El transporte público no se ha dado cuenta que ya comenzó el regreso a clases en el Centro Universitario de la Ciénega, he esperado por más de 30 minutos un camión que me lleve al plantel. Tampoco la ciudad se ha enterado, parece un tanto enferma, hay reparaciones en diversas arterias, por lo cual el autobús en el que me dirijo a la casa de estudios tendrá que experimentar nuevas rutas.

Mientras admiro las peripecias que tiene que hacer el conductor para improvisar una nueva vía, una mujer bosteza al escuchar en la radio la voz del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador; habla sobre la importancia de regresar a las aulas, cuestión que ya es un hecho en el Cuciénega, que a partir de este primero de junio comenzó con actividades presenciales en materias prácticas:

“No podemos tener todo el tiempo a los niños, a los adolescentes, frente al televisor. La escuela es el segundo hogar, no solo es conocimiento, es comunicación, es socialización”

La que sí parece darse cuenta de que cerca de 580 alumnos por semana estarán visitando al Cuciénega es la propietaria de una conocida fonda de la zona que hoy está más alegre que de costumbre. Algunos jóvenes desayunan en el lugar con una sonrisa que delata la alegría de aquel que vuelve a ver a un ser querido después de un tiempo, o después de una pandemia.

Para algunos estudiantes, el que haya comenzado el regreso progresivo a las aulas, no es suficiente, tal es el caso de Perla Dayana Castañeda Godínez, a quien le gustaría que las clases duraran más tiempo:

“Ya quisiera volver, porque a mí se me complica mucho estar viniendo y regresando a mi casa, además de que no tengo internet donde vivo y esto complica la situación, se me hace mejor estar aquí”

Para el regreso a clases, el acceso al plantel cambió un poco, por lo que a Dayana le costó ingresar. Ahora se entra por un costado, cerca del EREMSO, se pasa un filtro sanitario y para salir, debe ser por el acceso tres.

Adentro, el Cuciénega aún parece deshabitado, pero es en los laboratorios de Ingeniería Química, Ingeniería Industrial, Químico Farmacéutico Biólogo, Ingeniería en Computación e Informática, Ingeniería en Agro-biotecnología , Periodismo y Agro-negocios, donde las mentes de los leones negros están trabajando.

Así se vivió el primer día de este regreso progresivo a las aulas en el Cuciénega. Afuera alguien más se dio cuenta de que ya hay alumnos asistiendo, el taxista Salvador Galván sonríe, está esperanzado en que esto mejorará la situación del gremio, y me revela que aunque ayer el trabajo estuvo muerto, hoy, se comenzó a mover:

“Hoy ya hay un poco más de movimiento, a veces agarramos a los estudiantes hasta en el camino, en el trayecto de la central para acá, por el seguro. Ahorita mis compañeros están en movimiento. Todo se está moviendo hoy un poquito más, ayer estuvo muerto, pero hoy comenzó a moverse bien”