Guadalajara, Jalisco.

La verificación de vehículos como la ha entendido el gobierno de Jalisco, no será una herramienta adecuada para enfrentar los grandes retos del área metropolitana de Guadalajara en materia de cambio climático, advierte el académico del Iteso, Héctor Castañón.

El programa tiene un modelo de negocios que incentiva la compra de autos. Por principio de cuentas, la concesión, para ser viable, exige que crezca el parque de vehículos, es decir, no afecta las tendencias de motorización tan fuertes que presenta la ciudad. En 2034, cuando se cumpla con los 15 años de concesión, se señala que la metrópolis tendrá al menos el doble de los más de tres millones de automotores que circulan en la actualidad, de acuerdo a las cifras gubernamentales.

Es decir, ¿de qué manera esto beneficia en la lucha contra las emisiones de gases de efecto invernadero, sin olvidar otros problemas, como la precaria movilidad que ya se sufre en la ciudad? El propio Programa de Acción Climática de la ciudad no lo incorpora como palanca de cambio.

Tampoco se puede olvidar que habrá una nueva generación de vehículos de modelos atrasados que el gobierno de la república permitirá que sean legalizados en México. Y en contraste, no se puede hablar de una suficiente oferta de transporte para que las personas dejen su automóvil.

Bajo este análisis, la verificación tiene tendencias regresivas, por lo que una buena intención puede derivar en no resolver ni la contaminación de la ciudad, ni su pésima movilidad.