La utopía de una movilidad no motorizada | Parte 4



Guadalajara, Jalisco.

Parte IV: La Fiscalía actúa

Arrastraba una bicicleta que había sacado de una agencia automotriz de la BMW el pasado 12 de agosto. Quebró vidrios, entró al negocio y simplemente se la llevó. Una sola bicicleta.

La Policía de Zapopan fue alertada del atraco y se dirigió a la Colonia Las Águilas. Lo encontró, lo arrestó y lo entregó a la Fiscalía. Ésta después lo identificó. Bueno, ventiló su nombre y una R: Cristian Leonel “R”, de 29 años, uno de los primeros ladrones que son procesados por el robo específicamente de una bicicleta.

La Fiscalía informó días después que lo vinculó a proceso por un delito que no es menor. La unidad que Cristian Leonel se llevaba tenía un precio de 24 mil 779 pesos. Hoy, el señalado se encuentra bajo proceso por robo calificado en grado de tentativa.

Si bien es cierto que este no es el único caso en el que la Fiscalía de Jalisco ha abierto una investigación por el robo de una bicicleta, sí es de los pocos de los que ha dado cuenta.

En noviembre de 2021 fue Jorge “N” quien se trató de robar una de estas unidades. Un hombre escuchó ruidos en su casa, en la Colonia Unidad México, y al ir a su cochera se lo encontró. Justo iba pasando una patrulla y lo denunció.

Hubo incluso quien trató de llevarse unidades de MiBici, quienes las repintaron para tratar de “esconderlas”, quienes intentaron robarse una bicicleta de 70 mil pesos y hasta quienes ya tenían organizada una banda de ladrones de bicicletas de gama alta.

En junio de 2019, la cuenta @AlertaGdl publicó este video.

Ocurrió en la zona de Bosques de Santa Anita, en Tlajomulco de Zúñiga. Los ladrones, todos con el rostro cubierto, amagaron a su víctima y no sólo le quitaron su unidad a punta de pistola, sino sus pertenencias.

Luego, con toda tranquilidad, echaron a andar la camioneta en la que viajaban y se fueron.

Incluso desde antes, los colectivos ciclistas han denunciado que existen bandas organizadas en Guadalajara que han centrado su objetivo en las bicicletas.

Y, por ello, el miedo que existe al rodar por la metrópoli es alto.

“La forma de moverse en Guadalajara que más peligro corre para que te asalten es por la noche, esa es una de las demandas con la cual no hay una seguridad real, una seguridad pública que nos proteja tampoco como ciclistas. Uno puede regresar a casa tarde en su bicicleta, pero va a ser un riesgo. La tradicional es la bicicleta que dejas en el bicipuerto, cortas cadena y ya, pero también al andar hay asaltos mano armada. ¿Esto qué quiere decir? Que tengamos precaución como ciclistas cuando andemos después de las 9, 10 de la noche, un tanto más con cuidado después de las 11”.

Y no importa que se trate de un asalto a mano armada o simplemente llegar al sitio en donde la dejaste y sólo encuentras un candado trozado. El sentimiento es el mismo:

“Te roban la seguridad, la tranquilidad y la confianza”

En que es posible circular sin riesgos por Guadalajara.

El testimonio de Naomi Greeen Ortíz sobre cómo esta problemática afecta más allá:

“Desanima que la gente ve o atestigua ciertas cosas y decide no hacer nada, porque la segunda vez que me robaron la bici eran quizá las seis de la tarde y era en una plazoleta llena de gente y recuerdo que había unos muchachos y todo, y estuvieron ahí cuando llegué y ni se dieron cuenta. Otros sí vieron cosas, pero no hicieron nada o como que creyeron que no estaba sucediendo un robo. No sé. Estuvo muy raro, pero pues sí, como que la gente también esta tan acostumbrada que es difícil ayudar en esos casos”.

Así, la meta de una ciudad no motorizada se enfrenta a una disyuntiva. Por un lado, existe más infraestructura ciudadana para aprovechar la bicicleta, pero por el otro, está el riesgo latente de perderla a manos de la delincuencia con relativa facilidad, y enfrentarte a la burocracia de justicia que existe en Jalisco.

Y esa es la utopía de Guadalajara para poder convertirse en una ciudad no motorizada.

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Celia Niño