Por un tubo, el acueducto de Abengoa || Parte IV
Imagen: UDGTV




Guadalajara, Jalisco.

La empresa española Abengoa, quien renunció a la concesión que obtuvo para construir y operar el acueducto de la presa El Zapotillo a León, Guanajuato, ha tenido una historia tormentosa en México.

Dedicada a proyectos de innovación en materia de energías renovables, Abengoa ganó en

septiembre de 2011, el concurso para construir el acueducto de 140 kilómetros de la presa El Zapotillo a la ciudad de León, Guanajuato, una obra de seis mil 866 millones de pesos.

En el acta del fallo, se aprecia que compitió con Samsung cuya propuesta fue por 12 mil 156 millones de pesos, contra los 4 mil 569 millones de Abengoa, una extraña diferencia de 7 mil 587 millones de pesos.

La licitación fue además motivo de polémica ya que el Instituto Mexicano de Auditoría Técnica, invitado por la Comisión Nacional del Agua para ser Observador Social en el concurso, cuestionó varias irregularidades.

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Por ejemplo, mencionó que Abengoa presentó en su apartado de experiencia técnica al gerente en ingeniería, Yordi Vidal Pujol, quien nació el dos de febrero de 1973 y se graduó en 1990, lo que significa que tendría apenas 17 años al terminar la universidad.

Además, no presentó su propuesta técnica en español, el contrato firmado estaba manchado, borroso, con páginas en blanco e ignoró dudas del instituto, por lo cual en su informe final, el observador social señaló que no podía validar que el Concurso se hubiera desarrollado con total equidad, transparencia y legalidad.

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El 14 de octubre de 2011, Abengoa firma con la Conagua, el Sistema de Agua Potable y

Alcantarillado de León y La Comisión Estatal del Agua, el contrato por 25 años para entregar 3.8 metros cúbicos por segundo de agua potabilizada y por medio del acueducto.

El pago mensual acordado fue de 39 millones 696 mil pesos, unos 476 millones al año y casi 12 mil millones de pesos en los 25 años de la concesión.

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El cúmulo de apoyos para Abengoa, incluyó la aportación del 49 % de los recursos para el proyecto a fondo perdido por el Fondo Nacional de Infraestructura, 2 mil 626 millones de pesos y el restante 51 % con un crédito de Banobras.

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Pese a contar con la mesa servida, los retrasos de la empresa para iniciar los trabajos modificaron los plazos pactados y recibió del Fideicomiso de Administración del Acueducto, un adelanto de 680 millones de pesos.

Algunos medios de León, revelaron que el SAPAL habría entregado 100 millones de pesos adicionales a fondo perdido para apoyar a la empresa y Abengoa solicitó otros 121 millones de pesos para poder arrancar el proyecto.

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El 25 de agosto de 2017, Concesionaria del Acueducto El Zapotillo, S.A. de C.V., la filial de la compañía encargada de la obra, presentó su Renuncia sin Responsabilidad a la concesión.

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Entre los argumentos de la empresa española, destacó que el Gobierno federal no había cumplido con la liberación de derechos de vía para el tendido del acueducto e inmediatamente después presentó un reclamo contra Conagua por 5 mil millones de pesos como indemnización.

Sin embargo, el fondo del caso tiene que ver con la virtual quiebra de la compañía hispana. En concurso mercantil en España, Abengoa llegó a acumular 27 mil millones de euros en pasivos.

En México, en 2016 la empresa canceló su participación en una planta de cogeneración de energía para Pemex en Oaxaca; en 2017 también dejó a medio construir la planta de ciclo combinado Norte III en Chihuahua, asignada por la Comisión Federal de Electricidad.

En 2018 Abengoa fue llevada a juicio por incumplimiento de contrato en la construcción del parque eólico Tres Mesas, ubicado en Tamaulipas.

En Jalisco obtuvo 604 millones de pesos del Instituto de Pensiones por inversiones bursátiles, también lo hizo con Infonavit al que le causó un quebranto de 554 millones de pesos y los grupos financieros Monex, Invex y Banco Base, le reclamaron judicialmente los pagos de las inversiones y consiguieron embargos de sus bienes en el país.

Solo los certificados bursátiles sin fondos de Abengoa, alcanzaron los tres mil millones de pesos.

Quien fuera director del SAPAL, Enrique Torres López, no se explicó por qué con todos los apoyos, la compañía española no inició los trabajos del acueducto.

Para este viernes, el acueducto de Abengoa visto desde León.