Tras cuatro meses de su arranque, los usuarios de Mi Macro Periférico mantienen sus críticas
Fotografía: Iván de León.




Guadalajara, Jalisco.

Largas filas se observan en las bahías alimentadoras de Mi Macro Periférico. En la Estación ITESO, cada tarde transcurre lentamente mientras las rutas alimentadoras y complementarias tardan para llevar a María del Rosario Peña a su casa en Chulavista.

Para ella, los tiempos de traslado y el gasto aumentaron desde que este sistema de transporte le modificó no sólo su rutina, sino la de miles de usuarios.

Vanesa Rojas, usuaria de Mi Macro:

“Pues a mí no me beneficia. Yo tomo el camión, pero sí nos pasó a perjudicar con la ruta 619, que era la que tomamos de Chulavista hasta aquí en López Mateos y ahora ya nos la recortaron. -¿Ahora qué le implica a usted en cuanto a tiempos y traslados?- Nos implica porque tomábamos el camión ahí en Chulavista y pues ahora ya nos le recortaron de Chulavista el tren y de aquí tienes que pagar otro camión, pues no”.

Hace unos meses, en la estación ITESO se reportaba una gran cantidad de usuarios que obstaculizaba a los automovilistas, dado el pequeño espacio peatonal para esperar mientras se aborda la ruta alimentadora.

Hoy, las cosas cambiaron. La gente se forma al lado contrario para no estar sobre el asfalto, pero el espacio y los lugares en los autobuses siguen sin ser suficientes, y el descontento de usuarias es el mismo.

Evangelina Anguiano, otra de las usuarias de este transporte expresó:

“La verdad a mí se me hace bien pésimo, es que de hecho están bien chiquitos los camioncitos. Iban bien llenísimos, la gente no cabe. No, no, no, está peor que el 380, la verdad”.

Además, agregó:

“Pero, la verdad, van bien llenísimos los camiones. De hecho, ir ahí se ve: no caben, es una empujadera para salirse del camión, está horrible la verdad”.

Otra de las molestias regulares de Mi Macro Periférico son las rampas de acceso, que para algunas personas se han convertido en un martirio.

“Está pésimo. Es una subidera tremenda. Uno llega al trabajo bien cansado. Todos los elevadores no sirven, nos quitaron la rutas de Periférico, gastamos más porque tardan bien mucho en pasar, porque a veces va bien lleno o va uno apretado de gente. Está peor que en el 380, o sea que no sirve para nada, la verdad”.

Mi Macro Periférico, que sigue sin convencer a una gran cantidad de usuarios en la Zona Metropolitana de Guadalajara.


Iván De León Meléndrez