Guadalajara, Jalisco.

El 7 de enero es un día especial en Cajititlán, la fe reúne a miles en este poblado ribereño que cada año hace fiesta mientras los tres Reyes Magos pasean por la Laguna.

Es una tradición católica que abarca más que el dogma y llega a ser el punto de turismo más importante de esta comunidad que cada año recibe a los habitantes de varias zonas del estado y algunos otros vecinos de más allá de los límites jaliscienses.

La cita para la procesión de los santos Reyes Magos contempla un recorrido por las calles de Cajititlán para que luego los asistentes, párrocos, autoridades municipales y grupos de música suban a las lanchas que habrán de acompañar a los santos festejados en el punto álgido de la reunión, el recorrido por la Laguna.

Este día por Cajititlán se ven familias completas, algunas con más de uno de sus integrantes caracterizados de alguno de los Reyes Magos a manera de ofrenda por algún favor otorgado por los santos, como el caso de la familia de la señora María Arenas.

El común entre los asistentes a Cajititlán el 7 de enero es que la mayoría acostumbran venir sin falta cada año, aunque no son pocos los que llegan por primera vez para conocer una tradición poco menos de 400 años.

La oferta de alimentos, bebidas y atracciones es basta, se venden incluso coronas de 40 pesos para quienes gusten portar uno de los característicos aditamentos de los reyes, como el caso de la señora Martha Alicia o quienes llegan desde temprano para pasar el día completo en los bordes de la laguna.

Para el primer festejo de los Reyes Magos en esta década, se reunieron alrededor de un millón de personas en una comunidad donde los habitantes rondan apenas los diez mil.

Durante la celebración a los Santos Reyes Magos no se registraron incidentes mayores.