Cámaras de vivienda latinoamericanas coinciden: tener vivienda en México es cada vez más difícil
Fotografía: Gobierno de Guadalajara.




Guadalajara, Jalisco.

Acceder a una vivienda digna en México y Jalisco es cada vez más complicado por los altos costos de las casas y de los materiales de construcción, una realidad que se agudizó con la pandemia de COVID-19, pero también por la falta de subsidios por parte del Gobierno de México, comentó Giuseppe Angelucci, presidente de la Federación Interamericana de la Industria de la Construcción (FIIC), durante el encuentro 85 del Consejo Directivo integrado por las cámaras nacionales de esa industria de 18 países de América Latina .

“Hoy, si queremos regresar a valores de mejor calidad y bienestar para la población, los gobiernos deben de interceder, coparticipar en tema de infraestructura, constructivo, subsidios, y cada Gobierno tendrá que medir cómo hacerlo”.

Como ejemplo, mencionó la Tasa de Interés Preferencial que creó el Gobierno de Colombia para disminuir la tasa de interés y así reducir el precio de la casa. Refirió que el papel de los gobiernos es crear subsidios para que las personas puedan acceder a una vivienda.

Por su parte, el secretario general de la FIIC en México, Eduardo Ramírez Leal, detalló que es la iniciativa privada la que más porcentaje aporta (5%) para que los trabajadores adquieran su casa.

“Hay pocos subsidios, muy poca aportación del dinero por parte del Gobierno de la República, y se han estado reduciendo. Los subsidios que hay en el Infonavit se han reducido y en otras instituciones los dineros que se dan son mucho menores que lo que aportamos los empresarios”.

Agregó que en México hay un rezago en infraestructura, pues el año pasado se invirtió 3% menos del Producto Interno Bruto (PIB) de lo que se tenía planeado, situación que impacta para que los mexicanos accedan a viviendas dignas; es decir, no sólo se debe de considerar las características de la casa, sino también la conectividad y el acceso a los servicios públicos como electricidad y agua potable.


María Ramírez Blanco