El templo de San Francisco solo recibió “obras cosméticas”; no se reforzaron cimientos, ni estructura
Fotografía: Ignacio Pe´rez Vega




Guadalajara, Jalisco.

Los trabajos de restauración que realiza la Secretaría de Infraestructura y Comunicaciones y Transportes (SICT) en el templo de San Francisco, situado en Paseo Alcalde, el cual resultó con daños estructurales por las obras de la Línea 3 del Tren Ligero, “solo son cosméticos”.

El compromiso del gobierno federal era realizar un reforzamiento de los cimientos y de la estructura, ya que ambos componentes se dañaron en forma grave por la construcción del túnel de la Línea 3, explicó Sergio Carmona Ruvalcaba, asesor de geohidráulica de la orden franciscana, que está a cargo de la iglesia, una de las más antiguas de la ciudad.

"Lo que sí no quedó claro, desde el punto de vista del equipo técnico que estuvimos nosotros ahí trabajando, es que se hayan atendido las recomendaciones de revisar de manera acuciosa, lo que es la estructura y la cimentación; eso es lo que se quedó pendiente. Han trabajado nada más lo que es la parte cosmética, que no está mal, y le están apostando al estado resiliente de la estructura, es decir, 'pues ya pasó la contingencia' y pues le están apostando a que 'ya no va a pasar nada', pero desde mi punto de vista como ingeniero no es lo ideal, yo creo que debemos de insistir en que ese edificio debe de ser intervenido desde el punto de vista estructural y de cimentación", precisó.

Sergio Carmona indicó que los trabajos que actualmente están haciendo en el templo centenario y con alto valor patrimonial para Guadalajara, son únicamente a las paredes de los muros, pero no se hizo el reforzamiento de la estructura.

El experto afirmó que se debe garantizar la seguridad y la vida de las personas que acudan al sitio, el cual fue cerrado desde el 14 de marzo de 2017, por el riesgo de colapsar.

Carmona Ruvalcaba hizo duras críticas al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) porque se ha “lavado las manos” al no exigirle a la SICT que se haga una restauración a fondo de la iglesia.

“Voy a decir algo que le va a incomodar a alguien que me escuche, pero la verdad, es que el INAH trabaja a modo. De repente se pone duro y quisquilloso y luego después recibe indicaciones y se comporta laxo y permisivo. Eso está muy mal. Eso es cierto, el INAH puede ser tan duro como el que más, pero puede ser tan dócil, como el que más, si tiene instrucciones de superiores. Me da pena y que se enoje pero no me importa”, aseveró.

Hace casi un año, el pasado 22 de julio, un grupo de especialistas en estructuras realizó una rueda de prensa en el templo de San Francisco y advirtieron que la iglesia no soporta un sismo de 4 grados en la escala de Richter.


Ignacio Pérez Vega