Guadalajara, Jalisco.

La Secretaria de Comunicaciones y Transportes (SCT) sostuvo y precisó, dentro de la primera mesa de análisis, que la construcción del túnel para la Línea Tres (L3) del Tren Ligero nunca comprometió los cimientos ni la integridad estructural del templo San Francisco de Asís.

Para ello presentó estudios de levantamientos iniciales, monitoreos y acciones de refuerzo y reparación emprendidas antes, durante y después del paso de la tuneladora.

La reunión ocurrió el 2 de julio pasado en las oficinas del Centro de la SCT en la entidad, a solicitud del secretario General de Gobierno del Estado, Juan Enrique Ibarra Pedroza, quien a finales de mayo convocó a ese tipo de encuentros.

Mediante un comunicado, la SCT respondió que, en atención a dicha solicitud, y una vez que se contó con la aprobación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), de los boletines de intervención emitidos por el Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (IIUNAM), para atender las afectaciones atribuidas a los trabajos de construcción de la Línea 3 del Tren Ligero de Guadalajara, la SCT organizó y llevó a cabo la primera Mesa Técnica de Análisis.

Dicha dependencia federal hizo entrega a la Unidad Estatal de Protección Civil y Bomberos de todos los resultados de los estudios: levantamientos iniciales, monitoreos y de las acciones de refuerzo y reparación emprendidas antes, durante y después del paso de la tuneladora, bajo la esquina Noreste del Templo de San Francisco, acciones que, afirma, en todo momento tuvieron el seguimiento y verificación del INAH.

La SCT sostuvo que dejó en evidencia que la excavación del túnel de la Línea 3 del Tren Ligero de Guadalajara no comprometió “en ningún momento” la integridad estructural del templo, y aunque propició la activación de algunas grietas preexistentes, solamente se registraron asentamientos menores durante la fase de construcción.

Además, se resaltó el antecedente de que la construcción de este templo data de 1542 y que en 1668 fue demolida su torre por los daños sufridos, muy probablemente a causa de algún sismo, por lo que se concluyó la reconstrucción en los primeros años de la década de 1690.

Precisa, además, que la gran mayoría de las construcciones adyacentes fueron eliminadas, incluyendo el claustro, que “debilitó de manera significativa” la estabilidad del templo.

Cita que, adicionalmente, en el año de 1939, el templo fue afectado por un incendio que dañó severamente su estructura, lo que obligó a su reconfiguración con un arreglo superficial privilegiando la parte estética. En el mes de julio de 2017, la zona del templo fue afectada por una fuerte inundación que propició la saturación total del subsuelo.

En dicha reunión participaron representantes de la Secretaría General de Gobierno de Jalisco, de la Unidad Estatal de Protección Civil y Bomberos, de la Dirección de Obras Públicas del municipio de Guadalajara, de la Procuraduría de Desarrollo Urbano de Jalisco, de Protección Civil Municipal, de los asesores de los Franciscanos a cargo del templo, del INAH, del IIUNAM, de SITEUR y de la SCT.

Para el Templo de San Francisco, así como en la Catedral Metropolitana y en el Museo del Periodismo, se tiene programada una tercera intervención de empresas especializadas en reparación y restauración de inmuebles históricos, catalogados por el INAH, para terminar con los compromisos de reparación de las afectaciones vinculadas a la construcción del túnel de la Línea 3, indicadas por el IIUNAM y aprobadas por el INAH.