Son orgullosamente mujeres albañiles
Fotografía: Ignacio Pérez




Zapopan, Jalisco.

En la celebración del Día del Trabajador de la Construcción, tres mujeres llaman la atención: son madres de familia, esposas, hijas y hermanas y conocen a fondo el trabajo como albañiles.

Las tres tienen en común que su oficio les gusta mucho y señalan que como “medias cucharas”, ganan mejor que en otros empleos.

Martha Hilda Romero es chalana, como se les llama a los peones o ayudantes de albañil. Desde pequeña aprendió el oficio de su padre y de su abuelo. A la semana gana $1,500.

“Yo soy chalana de mi abuelito, de mi papá. les ayudo a arrimarles la mezcla, les pego ladrillo, les bato la mezcla y todo lo que hace un chalán o peón. A todo les ayudo a eso”, dijo.

María Guadalupe Suárez, tiene 33 años de edad y entró a la construcción al aprender el oficio al lado de su esposo. Antes era adornadora de calzado y le gusta más ser albañil.

“Se pegar vitropiso, juntear, hacer mezcla, pasar ladrillos, pegar ladrillo y más que nada porque entre los dos nos apoyamos. Él (mi esposo) trabajó en el Conjunto de Artes Escénicas y yo trabajé a un lado de la Bilioteca Pública Estatal y estamos fincando nuestra casa entre él y yo”, relató.

Con más experiencia, María Rodríguez Partida, con 56 años de edad, también es albañil y resaltó que aquí gana más que en otros trabajos.

“Te ven diferente porque eres mujer. Ahí no luces tus elegancias de mujer, de pintarte las uñas, de pintarte el ojo. Ahí te pones gorra, te agarras el pelo, te pones ropa de trabajo. Se echar muro, se pegar piso, se enjarrar y según cómo te desempeñes es lo que ganas, pero ganas más que en otro trabajo”, expresó.

Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) en 2013 la población ocupada como albañil en México, asciende a dos millones 419 mil personas: 99.6% de ellos son hombres y 0.4% son mujeres.

Nueve de cada 10 albañiles no tienen acceso a instituciones de salud como prestación laboral.


Ignacio Pérez Vega