Roger Federer y un día inolvidable para México
Fotografía: David Nava




Ciudad de México, México

Fue en la Ciudad de México que Su majestad realizó la penúltima parada de su visita a sus tierras latinoamericanas que a pesar de que son las menos visitadas, son las que le juran mayor lealtad y amor que a sus propias familias. Roger Federer que reina con una raqueta que nunca se equivoca y una sencillez que no es característica de alguien tan poderoso, le permiten herir los sentimientos de sus fieles y aún así ser aplaudido, después de asegurar que prefiere visitar Dubai que Acapulco.

“Desafortunadamente es un día difícil para mí. Es la misma semana (Abierto Mexicano de Acapulco) que Dubai, donde tengo una casa desde hace 15 años y tú sabes la familia está allá. He jugado allá por tantos años. Así que no sé cuánto tarde en regresar después del partido exhibición para ir a Acapulco porque ahora no parece que las fechas van a cambiar en los próximos años”

Más tarde a las 7 noche las luces se apagaron para recibir a alguien que a pesar de no portar una corona de oro brillaba por su sonrisa tan contagiosa. Más de 42 mil almas se reunieron para poder compartir unas horas con alguien de la realeza, cifra que jamás se había conglomerado para un tenista. Sin embargo, el suizo también se distrajo con el amor que recibió de la gente y antes de los 30 minutos había perdido el primer set ante Alexander Zverev 3-6. Pero Sascha también estaba gozando el espectáculo y decidió alargar el show regalando infinidad de dobles faltas. En el tercer parcial, el mandamiento era no pestañear o te perderías alguna broma de Federer o algún momento de intensidad que terminaban en puntos brillantes. Al final el marcador favoreció a Federer 6-2, pero los verdaderos ganadores fueron todos los que pudieron ser parte de la noche, que se deseaba fuera interminable, en la que el más grande de todos los tiempos volvió a reclamar este título.