Reprimir la protesta: el sello de Jalisco | Intolerancia a las disidencias



Guadalajara, Jalisco. 

Para “demostrar que todo se puede hacer con dinero”, titkokero cierra el Puente Atirantado

🔊 Escuchar la nota Guadalajara, Jalisco.Porque quería “demostrar lo que puede hacer el poder y el dinero”, un joven tiktokero cerró a la circulación el Puente Atirantado, y para ello estacionó tres autos de lujo en cada carril para grabar videos y subirlos a sus redes sociales.El usuario de la cuenta @mr.fofomqz hizo. … Sigue leyendo Para “demostrar que todo se puede hacer con dinero”, titkokero cierra el Puente Atirantado

Un junior consentido de Monterrey y famoso en TikTok afirmó que, con “poder y dinero”, todo se puede hacer. Bajo esa premisa, cerró el tránsito vial en el Puente Atirantado, en Zapopan, en julio pasado, solo para divertirse.

Lo anterior se dio dos años después de que más de 100 jóvenes sin poder ni dinero, como él, ejercieran el derecho a la protesta en Guadalajara, para reclamar el abuso policial contra Giovanni López, un joven completamente distinto al Fofo: también pobre y sin poder, pero que fue ejecutado extrajudicialmente luego de que lo detuviera la policía de Ixtlahuacán del Río.

Las autoridades de seguridad en Jalisco, a la gente en ocio con poder y dinero, no las detienen por hacer bloqueo de vías, le dan una multa y actividad comunitaria; pero si eres joven y sales a protestar, la represalia política es otra, como me lo cuenta Luis Barre aún con estragos emocionales tras ser detenido y desaparecido por la Fiscalía del Estado de Jalisco en 2020.

“Ni siquiera debería ser una fortuna, esta frase me molesta mucho, pero quienes pudimos sobrevivir a un acto así se nos revictimiza: “ya apareciste”, “estás vivo”, es tratar de minimizar y creo que por eso te llegan a confundir muchísimo. Tuve pérdida de identidad, realmente saber si lo que hice me representa, si era culpable de exigir un derecho; hay una estrategia psicológica, sistemática, de mucho terror que no te deja pensar”.

La audacia del Gobierno de Jalisco, para no reconocer los actos de corrupción ejercida por personal de la Fiscalía del Estado de Jalisco, en 2020, alcanzó para manipular a las víctimas con falsos diálogos.

Aunque no es la primera vez que el autoritarismo gubernamental en Jalisco toca tonos fascistas, para ello tenemos el ejemplo hace 18 años de la represión con tortura del movimiento altermundista en el estacionamiento de la Procuraduría en ese entonces. Luis Barre retoma, de la desaparición forzada del 5 de junio, que sí hay un terror social justificado para silenciar.

“Si recordamos el contexto estaba pasando, lo de George Floyd, lo de Chile, lo de Colombia, a veces parece que nuestra ciudad es demasiado indolente y cómplice: ni las desapariciones, la contaminación, la mala economía, ni la corrupción han sido suficientes para desatar una lucha social. El mundo puede ver que tenemos el barrio más cool del mundo, que somos una capital innovadora, pero es muy incongruente con el miedo que tenemos”.

El sexenio de Enrique Alfaro Ramírez como gobernador se exalta a nivel nacional, por el alza de violencia social y represión. Así lo consignó la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, en el marco de las desapariciones forzadas de 100 personas, el 5 de junio de 2020.

La consigna que se ha popularizado es ¡Fuera Alfaro!, en lo que también se ha vuelto un movimiento, como lo explica Raúl Argáez, activista social.

“Tradicionalmente en Jalisco hemos tenido malos gobiernos: nos ha gobernador el PRI y nos ha ido muy mal, nos ha gobernado el PAN y nos fue peor; ahora que regresó este híbrido de Movimiento Ciudadano con lo peor del PRI, PAN y PRD, nos tocó el peor gobierno: es el hartazgo no de un sector general de la población, pero sí un sector representativo de la gente inconforme. Ha ido creciendo, a veces aumenta la voz, a veces se pierde, pero él, ¡Fuera Alfaro!, está prácticamente en todas las manifestaciones”.

La ausencia de verdad y justicia a la disidencia que protesta, también se ejemplifica en las voces críticas que se autorregulan.

En el siguiente y último capítulo: periodismo y libertad de expresión.


Jade Ramírez Cuevas Villanueva