Repartidores se sindicalizan en Colombia para exigir mejor trato a Rappi
Fotografía: John Vizcaino - AFP




Bogotá, Colombia.

Bajo un fuerte aguacero, Luz Miryam Fique maniobra como puede con su motoneta para entregar dos bolsas de comida. Como ella, miles de repartidores en Colombia se enfrentan a la intemperie por una modesta paga.

En el país hay unos 50 mil "rapitenderos", llamados así por la multinacional colombiana que los emplea, Rappi.

A veces reciben menos de un dólar por trayectos de varios kilómetros, denuncia el sindicato que formaron recientemente.

No hay ningún contrato entre estos repartidores, que en su gran mayoría se mueven en bicicleta.

Con el pelo morado bajo el casco, Luz Miryam dejó su trabajo como asistente en una oficina para dedicarse únicamente a Rappi. Cuatro años después preside la organización de empleados UNIDAPP, sindicato de los trabajadores de plataformas.

Al principio "tenía uno 130 o 140 mil pesos al día (51 dólares), sin fregarse (agotarse)", explica la mujer de 57 años, con una trajinada caja plástica naranja neón colgada a la espalda.

Hoy, para ganar eso, "toca trabajar por lo menos 16 horas (…) ¡y dándole duro, duro!", expresa a la AFP.

"Cuando yo empecé a trabajar con Rappi me dijeron: 'tu prendes la aplicación cuando quieras, coges el pedido que quieras, te vas a la hora que quieras'. Hoy en día no podemos hacer eso", dice la repartidora, atenta a su teléfono para tomar un nuevo pedido.