Realizan una graduación diferente: al aire libre, sin fiesta y sin discurso
Fotografía: Ignacio Pérez Vega




Guadalajara, Jalisco.

En un lapso de apenas 30 minutos, 18 estudiantes de la Escuela de Aviación Itac, quienes cursaron la carrera de sobrecargo, realizaron el acto académico y la foto de graduación, en un espacio al aire libre, frente al teatro Degollado.

Sin mesas, ni sillas, sin equipo de sonidos y sin música. Así fue el sencillo acto académico. La coordinadora de la carrera, Rosario Cambero, entregó uno a uno su diploma de terminación de estudios, a los graduados, les dio un regalo, dio unas breves palabras de aliento y al final lanzaron el birrete al aire.

Así son los actos de graduación en la “nueva normalidad”.

“Sí, es esto. No podemos hacer fiestas. Nosotros somos una escuela responsable, entonces, no podemos rentar un salón, ni rentar un conjunto musical, tenemos que hacerlo de esta forma y como es un espacio abierto se presta para que los chicos sean acompañados por su familia. La vida se colecciona de recuerdos y consideramos que con una bonita foto, aquí en nuestro municipio de Guadalajara era suficiente, pero no hay fiesta, no hay evento masivo, que pueda poner en riesgo la salud de nuestros alumnos o la de nosotros”,   expresó la profesora.

Cada alumno pudo invitar a tres familiares, para reducir cualquier riesgo de contagio. El breve acto tuvo el permiso del Ayuntamiento de Guadalajara.

“Tiene sus pros y sus contras, la verdad. Sus contras, porque no es lo mismo el estar disfrutando con toda la familia, más familiares, los compañeros bien reunidos, ya sea en las instalaciones de la escuela y sus pros, sirve para no propagar más lo que está pasando y sí para eso, para no seguir con esto, que se termine y no seguir con este virus. Nos tuvimos que esperar un tiempecito. Lo que hicimos el día de hoy, no es nada a lo que se hace normalmente”, relató.

Los negocios de renta de togas y birretes se adaptan a la “nueva normalidad”. Llevaron al teatro Degollado, las togas y los birretes. Ahí se cambian, usan sus trajes para el breve acto de graduación y al terminar ahí mismo devuelven las prendas, informó Elsa Galván, responsable de la empresa Graduati, quien durante seis meses estuvo cerrado y apenas reanudó actividades.

“Es realmente una nueva época para este tupo de eventos. Ya no se ha podido hacer en salones. Se tuvo que implementar en pequeños grupos, prácticamente por salón y hacerlo en un área abierta, como aquí que es un ícono de la ciudad, el teatro Degollado, para que las chicas tengan su recuerdo, puedan tomarse su foto, reciban su diploma y ya no puede hacer el evento en un salón, todo formal, pero hay que adecuarnos a la realidad”, explicó.

Al final, cada alumno graduado y su familia se fueron a comer por separado para festejar la conclusión de estudios de los 18 jóvenes.


Ignacio Pérez Vega