El proceso en EEUU a García Luna, un narcojuicio entre la náusea y el sopor
Fotografía de archivo fechada el 2 de junio de 2011 del secretario de Seguridad Pública (SSP) de México, Genaro García Luna. EFE/ Mario Guzmán




Nueva York, Estados Unidos.

El juicio en Nueva York por narcotráfico contra el exsecretario de Seguridad Pública mexicano Genaro García Luna se asemeja más a una pintura negra de Goya que a una serie comercial de Netflix pensada para entretener a los telespectadores y con la que lo comparó el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.

"Imagínense, para qué uno va a ver las series estas de Netflix, si la realidad las rebasa",

Dijo el pasado 3 de febrero el mandatario mexicano, para quien los productos de esta plataforma "son fresas (de clase social alta o pijos)" en comparación con el juicio, que por momentos parece un proceso contra la clase política, policial y judicial y los medios de comunicación de México.

Los doce miembros del jurado que deberán decidir sobre la culpabilidad o la inocencia del exsecretario de Seguridad Pública entre 2006 y 2012 han escuchado durante 3 semanas 25 testimonios que se han movido desde los relatos fríos y nauseabundos de torturas y asesinatos, hasta detalladas y grises descripciones de propiedades o discusiones legales que han vertido un peso plomizo sobre los párpados de algunos miembros del jurado.