El Premio Nobel de Medicina es la antesala para acabar con el dolor
Fotografía: Medios




Guadalajara, Jalisco.

En cuanto la premiación se anunció, las críticas llovieron. ¿Por qué después del descubrimiento más importante del siglo, la vacuna contra el COVID-19, ninguno de sus impulsores ganó el Premio Nobel de Medicina?

La respuesta es más que clara: el descubrimiento de los científicos David Julius y Ardem Patapoutian trasciende al virus que cambió la vida como la conocíamos, pues sus descubrimientos sobre los receptores de la temperatura y el tacto son la antesala a una vida sin dolor.

Si te has preguntado cómo puede beneficiar a las personas su investigación, el académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Noel Isaías Plascencia Álvarez, explica que antes no teníamos idea de las estructuras que participaban en la percepción del dolor, pero a finales de los 90s se estableció que los receptores tienen que ver con la activación a través de la capsaina (obtenida del chile, entre otros productos), que activa estos receptores y provoca una respuesta al dolor.

Los receptores sirven para la secreción de saliva, inflamación y regulación cardiovascular.

El dolor se percibe en tejidos, articulaciones y piel, se transmite por la médula espinal hasta áreas especiales del cerebro donde se integra toda la información y emite una respuesta a ese dolor, expuso el académico de la División de Estudios de Posgrado del área de Neurología de la UNAM.

“¿Por qué es importante esto? Pues, simplemente, si nosotros podemos bloquear que aquí, cuando se llega la información a estos receptores, dicha información, no va a subir, por lo tanto vamos a bloquear la percepción dolorosa. ¿Y dónde es importante esto? Por ejemplo, las cuestiones que tienen neuropatía diabética con dolor, un dolor es que a veces es muy difícil de tratar, que no se quita, se llama dolor neuropático. Ahí adquiere una fundamental importancia”.

Así que, al identificar mejor el dolor, es posible producir medicamentos para bloquearlo.

Por ejemplo, hay pacientes diabéticos que desde muy temprano tienen dolor, como si algo les quemara las planas de los pies. A veces también pueden sentirlo en las manos sin que haya una lesión, pero los analgésicos que tenemos al alcance no funcionan.

Además, hay fármacos contra el dolor, pero que actúen sobre receptores de ese tipo no hay ninguno comercial que podamos comprar.

De ahí la importancia de la investigación porque el principio básico de la medicina es tratar de quitar el sufrimiento de las personas porque hay quienes se suicidan porque tienen dolor, así que la expectativa es muy grande para que pueda actuar sobre los receptores para evitar que la persona perciba el dolor.


Elizabeth Ortiz