Plan de Trump, desperdicio de los derechos de palestinos
Fotografía: AFP




Washington, EEUU.

En un comunicado difundido este miércoles (29.01.2020), el secretario general Ahmed Aboul Gheit informó que la Liga Árabe está "estudiando" el plan de paz para Oriente Medio y subrayó que "la posición palestina es, por supuesto, la clave para formar la posición árabe colectiva".

El organismo señaló estar abierto a "cualquier esfuerzo serio" para lograr la paz, pero agregó que la primera lectura del plan presentado ayer martes en Washington por el presidente estadounidense, Donald Trump, en presencia del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, indica que se trata de "un gran desperdicio de los derechos legítimos de los palestinos en su territorio".

Asimismo, el secretario general aseveró que la propuesta de Trump "refleja una visión norteamericana no vinculante".

Liga Árabe se reunirá el sábado con parte palestina

"Una paz justa y duradera no puede realizarse sin ignorar la realidad de la ocupación israelí en los territorios palestinos desde 1967", advirtió Aboul Gheit, remarcando que cualquier intento de reconciliación tampoco puede lograrse si se da "legitimidad a esta ocupación".

El próximo sábado la Liga Árabe celebrará una reunión con la parte palestina, que determinará la "decisión final para establecer la postura árabe definitiva respecto al plan de paz de Estados Unidos".

Trump legitima asentamientos israelíes

El plan anunciado por Donald Trump diseña un mapa del Estado palestino fragmentado con asentamientos israelíes en su interior conectados con el Estado israelí a través de corredores que parten el territorio, que quedaría aislado del exterior excepto en la frontera de la franja de Gaza con Egipto.

Asimismo, concede a Israel zonas al oeste del valle del río Jordán, situadas en Cisjordania, con lo que esta área ocupada quedaría sin salida directa a Jordania, a la que estaría vinculada por dos carreteras que cruzarían territorio israelí hasta alcanzar la frontera con el reino hachemí.

Washington también propone que Jerusalén sea la capital única de Israel, si bien adjudica a la capital palestina una zona periférica.