A Pensiones lo están dejando pobre, afirma derechohabiente ante escasez de medicamentos
Archivo. Fotografía: Iván de León




Guadalajara, Jalisco.

Es una agonía que se ha prolongado durante los últimos años.

Pensionadas del Ipejal perciben que el Instituto cada vez va menguando en su servicio, y esto a su vez se ve reflejado en su salud. María Concepción Paredes Figueroa padece de asma y, por lo complejo de su padecimiento, no puede dejar su tratamiento. Cada que acude a valoración médica y le dan su receta, sabe que no podrá surtirla de manera completa, pero aunado a esta carencia el trato del personal del Instituto de Pensiones es “ofensivo” para el derechohabiente.

"Pues que no hay medicina, sobre todo yo que padezco de asma siempre la medicina la tengo que surtir en las farmacias. A veces te dicen que te la van a pagar, pero son tantos trámites burocráticos que me canso".

Además, agregó que:

"Hay gente pobrecita todavía y yo más o menos me muevo, pero hay gente que va en silla de ruedas, con muletas, con bastón y a veces estamos sumamente gorditas y no podemos ni movernos tan fácilmente, y a veces los de Pensiones del Estado son bien groseros".

La situación financiera del Ipejal es de alarma, pues sus números continúan cayendo.

En sólo un mes, las reservas técnicas del Instituto de Pensiones fueron de 42 mil 603 millones de pesos en diciembre de 2021, a 41 mil 280 millones en enero de 2022.

Es decir, registró una pérdida de mil 323 millones de pesos. Otro ejemplo de estos números a la baja es que, durante el periodo de 2007 a 2014 registró un crecimiento anual promedio de 10.02%, mientras para el periodo comprendido de 2015 a 2021, este crecimiento anual promedio apenas llegó a 5.9%, lo que refleja el descontento de los pensionados ante la carencia de sus medicinas.

"Pues no es justo, no es justo porque ellos tienen dinero, pero no quieren dar pensiones, cada vez lo están dejando más pobre".

El recuerdo de años anteriores, donde presumían su buena atención, quedó en el olvido. Hoy, la pensión de los jubilados está más apretada que nunca porque tienen que comprar sus fármacos, y en su mente persiste la idea de un mal manejo del Ipejal en los últimos años.

"Antes estaba muy bien y nunca nos faltaba medicamento. Sí fallan mucho. Ya tiene varios años así, lo surto y a veces hay, a veces no hay, pero nos dice el personal que no hay medicamento.

-¿A qué atribuyen esta carencia?- A los desfalcos que habido, me imagino".

Es la historia que se escribe y que hoy miles de pensionados protagonizan cada vez que acuden a estas farmacias.


Iván De León Meléndrez