Pacientes viven un viacrucis para encontrar cama en hospitales de Jalisco
Fotografía: EFE/Alberto Valdés/ Referencial




Guadalajara, Jalisco.

Dolor, desesperanza, frustración, indefensión y soledad son algunos de los sentimientos que invaden a decenas de personas que buscan una cama para ser atendidos ellos o algún familiar por coronavirus en hospitales de Jalisco.

Así se sintió Maité Tomé. Su cuñado se puso grave al punto de requerir oxígeno de alto flujo que solo se tiene en los hospitales. Su saturación bajó hasta el 60 % y peligrosamente bajaba más.

Primero acudieron a dos hospitales privados que están llenos, no quisieron ni siquiera revisar a su paciente. Acudieron al Hospital Ángel Leaño pero no pudieron llegar ni siquiera al área de urgencias ya que tienen cerrado el ingreso, nadie entra sin una referencia, que por cierto nadie sabe quien la da.

“Fuimos a la clínica 110, la cantidad de gente esperando la posibilidad de una cama me estrujó el corazón, y cuando salimos después de un rally durante dos horas visitando esta cantidad de hospitales, mi cuñado como pudo, porque prácticamente no puede hablar, dijo regresemos a casa y cuando los dejé en su casa yo tenía la convicción de que estaba viendo a mi cuñado por última vez. En este momento te lo digo con la calma que puedo, porque además me parece que el dolor es un asunto privado, pero fue una de las peores experiencias de mi vida porque además estaba dejando a mi hermana pequeña, a mi única hermana, aislada y sola en su casa enfrentando la alta probabilidad de que tuviera que despedirse de su marido sola”.

Pero atender a un paciente con covid-19 en casa es cada vez más prohibitivo y es que los medicamentos y el oxígeno medicinal han escaseado y encarecido de una forma exorbitante.

“El tamaño de la inversión económica que se requiere para solventar el respaldo a la enfermedad, es una cantidad que todos los días crece como el río, hubo un medicamento, una cajita de medicamento que costó 20 mil pesos y a eso suma la rapiña de personas que están haciendo negocio con insumos como tanques de oxígeno y concentradores, compramos un tanque de oxígeno en 50 mil pesos que ni siquiera era nuevo, en tiempos normales un tanque de esos no cuesta mas de 15 mil pesos, el otro día me enteré que alguien compró un tanque de esos normales en 60 mil pesos”.

Maité Tomé ahora espera realizarse la prueba cuando haya lugar, porque los laboratorios públicos y privados también están saturados para ver si ella se contagió, mientras su hermana pequeña, enferma también de covid-19, cuida y atiende a su esposo quien se encuentra muy grave en su casa porque no encontró un espacio en algún hospital en Jalisco.