Pablo Lemus compara a lideresa sindical del DIF con Elba Esther Gordillo
Fotografía: Gobierno de Guadalajara




Guadalajara, Jalisco.

El pleito legal que sostiene el alcalde de Guadalajara, Pablo Lemus, con la lideresa sindical, Martha Elia Naranjo, tiene un nuevo capítulo. Ahora, el edil tapatío la comparó con la ex representante magisterial, Elba Esther Gordillo.

La acusó, incluso, de enviar a un mensajero para ofrecerle su renuncia, pero sólo si le otorgaban 70 plazas. Luego afirmó que tiene una red de 107 aviadores a su servicio.

“Y que ella se pueda pagar sus lujos, que se pueda pagar sus chóferes, sus jardineros, sus sirvientes. Que ahora se los pague el DIF. No tiene porque suceder esto. Elba Esther Gordillo tiene su símil en Jalisco y se llama Martha Elia Naranjo, si Elba Esther Gordillo fue a parar a la cárcel creo que lo mismo tiene que pasar con Martha Elia”.

El munícipe recordó que, luego de negarse a desalojar los tres salones que ocupan como oficina en el Centro de la Amistad Internacional, el Ayuntamiento de Guadalajara presentó una denuncia en contra de la secretaria general del Sindicato Democrático de los Trabajadores del DIF Guadalajara, por despojo.

Y añadió que, a pesar de haber aceptado retirarse, al final se arrepintieron y este viernes al mediodía personal del municipio se trasladó a la Fiscalía Estatal para presentar la denuncia penal.

Expuso que su negativa a cambiar sus oficinas se debe a que quiere “conservar sus privilegios”: que el municipio le pague agua, renta, luz y hasta choferes, pero en su administración no lo va a permitir.

“Yo lo que voy a pedir es que inmediatamente se le cite a Martha Elia Naranjo a declarar ante la Fiscalía por el despojo de unos salones de clases que pertenecen al Ayuntamiento de Guadalajara, que Martha Elia se lo quitó a los niñas y niñas para destinarlo a sus oficinas de lujo. Eso no puede suceder”.

El alcalde realizó un recorrido por varios puntos del Centro de Guadalajara para comenzar con una intervención que permita mejorar la imagen y seguridad de este primer cuadro.


Fatima Aguilar