“Yo me siento mucho mejor arriba del tren que en un cocktel con embajadores”: Óscar Martínez
Fotografía: Isabel Reyes




Guadalajara, Jalisco.

Óscar Martínez es jefe de redacción de Elfaro.net, el cual nació en mayo de 1998 en San Salvador, convirtiéndose en el primer medio nativo digital de América Latina.

El Faro es un referente del periodismo independiente y realiza coberturas sobre corrupción, crimen organizado, migración, cultura, desigualdad, impunidad y derechos humanos.

Martínez es autor de libros como “Los migrantes que no importan” (2010), “La bestia” (2013), “Una historia de violencia” (2016) y “El niño de Hollywood” (2018).

Recientemente, presentó “Los muertos y el periodista”, una obra que reconstruye la historia de tres hermanos salvadoreños pobres, cuyos cuerpos aparecieron desfigurados en un cañaveral.

A su vez, el libro coloca sobre la mesa, las interrogantes ¿los protagonistas han muerto realmente en un enfrentamiento entre pandilleros rivales? ¿a quién se protege no investigando las pruebas? ¿que cuentan los testigos?

Durante la charla, el salvadoreño habló sobre el miedo durante el ejercicio de su labor:

“Claro que he tenido miedo, eso ni que lo niegue, y en diferentes ocasiones he decidio no ir a ciertos sitios porque pensaba que no había garantías mínimas o que era una completa locura ir, esto quizá es más para los colegas jóvenes que quieren ser periodistas: ser periodistas pasa también por conocerte y yo he tenido el gran privilegio que para mí ser periodista ha sido completamente vocacional, es decir, a mi no me lo impusieron, si yo hubiera querido estudiar algo que diera más dinero como filosofía me hubieran dejado, pero yo decidí estudiar esto, no me gradué nunca de nada, pero yo decidí estudiarlo”.

“Yo me siento mucho mejor arriba del tren que en un cocktel con embajadores”, compartió Martínez, y explicó algunas de las barreras que enfrentan hoy en día, los periodistas:

“Mirar la situación en la que trabajan muchos colegas que tienen hasta cuatro empleos, y que tienen que correr de un lado para otro, y tienen que ir de conferencia en conferencia, y parece que más que periodistas son repartidores de grabadoras, esa condena ha invadido el ADN, ha invadido la médula espinal de muchos periodistas, que ya no consideran que la labor intelectual de reflexionar sobre lo que hacen es válido y ese ha sido el gran triunfo de las maquilas periodísticas: someter a mucha gente, someterles el espíritu voluntarioso y combativo con el que entraron al oficio, convertirlos en costa de esos barcos que naufragan, que son las grandes redacciones muchas veces tiradas pal perro”.

El periodista destacó que “la información es importante pero hay que hacerla interesante”.

En “Los muertos y el periodista” convergen narcos, sicarios, policías corruptos, asesinos impunes y políticos que tapan los crímenes. Su autor pasó trece años cubriendo uno de los lugares más violentos del planeta.

El trabajo de Óscar Martínez ha sido reconocido en diferentes ocasiones: en 2008, recibió el Premio Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez de México; en 2009, el Premio Nacional de Derechos Humanos de la Universidad José Simeón Cañas de El Salvador; y en 2016 el Premio Internacional de la Libertad de Prensa que otorga el Comité para la Protección de los Periodistas; por mencionar algunos.


Isabel Reyes