La literatura es un baluarte contra la pandemia: Héctor Farina
Fotografía: Medios




Ocotlán, Jalisco

El argentino Jorge Luis Borges decía al final de su vida, ya ciego, que el libro es el “más asombroso de los instrumentos del hombre”, incluso concebía al paraíso como una especie de librería; hoy ese instrumento nos puede servir para combatir la pandemia, así lo piensa el académico y analista económico, Héctor Claudio Farina, quien presentará la ponencia “La literatura, un baluarte contra la pandemia” en el contexto de la Feria Regional de Libro de Atotonilco el Alto (FReLi).

Será el viernes 16 de agosto a las cuatro de la tarde cuando las cuentas de Facebook y YouTube de FReLi se llenen de provocaciones, un verbo que el paraguayo utiliza y practica con mucha frecuencia. En esta ocasión las provocaciones serán sobre la lectura, una de las pasiones del periodista:

“La lectura se convirtió no solo en una herramienta para tener información más certera y tener, por lo tanto, más calma a la hora de tomar decisiones, sino también en un respiro necesario, porque la literatura nos enseña, nos informa y nos da tiempo para pensar”.

Señaló que son tres los baluartes que nos ofrece la literatura para enfrentar la emergencia sanitaria: información, respiro y crítica social. En este sentido, la crisis también es una posibilidad, argumento que Farina toma del economista Joseph Schumpeter quien ideó la “destrucción creativa”, un concepto que postula que cuando un sistema colapsa por una crisis, es necesario crear otro. 

“Me pareció interesante que en una feria del libro se hable de esta visión para huir de los pronósticos apocalípticos y al contrario, construir escenarios en los cuales nosotros tengamos un mayor control, una mayor creatividad, una mayor capacidad de reflexión, de análisis. Y contraponer esta parte creativa, a la otra parte, que es la parte dolorosa que a todos nos toca vivir y que no podemos evitar en una pandemia”.

Hector Claudio Farina también aprovechará la ocasión para hacer algunas recomendaciones literarias que nos informen, nos hagan respirar y amplíen nuestro criterio. El académico amenaza con promover la literatura fantástica, que lejos de hacernos fugar de nuestro mundo, nos hará observar con lucidez.