Ocotlán, Jalisco.

Este miércoles 09 de febrero fue conmemorado el 98 aniversario de la llamada Batalla de Ocotlán, la cual algunos historiadores consideran el último combate de la Revolución Mexicana. 

Para este acontecimiento, rindieron homenaje en la Plaza Principal, presentando los honores a la bandera acompañados de la banda de guerra, después la regidora Laura Elena Bustos Lara, compartió un breve fragmento sobre la batalla de Ocotlán y sus estrategias:

“La batalla de Ocotlán entre las fuerzas rebeldes de Adolfo de la Huerta, dirigidas por Enrique Estrada y las fuerzas federales del general Alvaro Obregón. dirigidas por el general Joaquín Amaro. Se tuvo conocimiento de las siguientes estrategias durante algún tiempo: Estrada estuvo preparando su terreno por el lado poniente del río Santiago junto Cuitzeo a lo largo de cinco kilómetros, las fortificaciones se componían de tres trincheras con una separación de cincuenta y cien metros una de la otra”.

Por su parte, el Secretario General, Eduardo Barajas Languren narró a las y los presentes un telegrama del general Obregon en el que se compartía la victoria sobre el general Estrada en Ocotlán:

“Abordo del tren presidencial, diez de febrero de mil novecientos veinticuatro al ciudadano general de brigada Arnulfo N. Gomez, Jefe de las operaciones militares todo el día de hoy se ha pasado levantado el campo  las tropas y preparando su avance para Guadalajara. La victoria fue de la más alta trascendencia si se considera la impunidad que se suponía tener los infidentes de Estrada, aprovechando las condiciones naturales y que todo favorecía sus posiciones y que hacían imposible el avance de nuestras tropas”.

Jaime Ramon Aguirre Hernandez, relato una semblanza histórica en la cual mencionó que Ocotlán era el camino obligatorio entre el cruce de México y Guadalajara tanto por la vía férrea como el camino real antiguo, el cual se convirtió en un campo de batalla pero con el triunfo de las fuerzas federales sobre los rebeldes se concluye con la revolución mexicana.

Por Kimberley Lemus