El Análisis | Confianza, economía y pandemia
Foto: Cortesía




Ocotlán, Jalisco

La confianza de los consumidores sufrió un retroceso en México en el mes de noviembre debido a la situación de la pandemia, que ha tenido un recrudecimiento y esto genera incertidumbre con relación al futuro económico. De acuerdo a los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el indicador de confianza del consumidor tuvo un descenso después de cinco meses consecutivos de incremento. Lo notable es que la caída de la confianza se notó en todos los componentes que integran el Índice de Confianza del Consumidor.

Los consumidores encuestados por el Inegi manifestaron que tienen menos confianza en aspectos como la situación económica del país en comparación con la de hace 12 meses, igualmente se mostraron más pesimistas sobre el futuro y lo que esperan de la economía dentro de 12 meses. Hay menos optimismo sobre la situación de los miembros del hogar para dentro de un año, así como también disminuyó la confianza en cuanto a las posibilidades de realizar compras de electrodomésticos. Y un aspecto central en el que se confió menos en el mes de noviembre es el empleo: los encuestados tienen una percepción negativa sobre el mercado de trabajo para los próximos 12 meses.

La cuestión de la confianza ya estaba en entredicho desde hace más de dos años debido a las controversias en el mercado internacional, sobre todo a la guerra comercial entre Estados Unidos y China, así como por la elección de un nuevo gobierno en 2018 y la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte que derivó en lo que hoy es el Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). A esto debemos sumarle la tensión entre el gobierno y los empresarios debido a la cancelación de las obras del aeropuerto. Y ahora, la pandemia, con el rebrote de casos, la segunda ola que afecta a Europa y Estados Unidos, así como la cantidad de contagios, enfermos y muertos a nivel mundial.

Estamos en un momento paradójico: los anuncios de que podríamos estar cerca del fin de la pandemia debido a la aprobación de vacunas y el hallazgo de un medicamento que podría inhibir los contagios se dan cuando la gente ya está cansada, harta y necesita recuperar sus libertades previas al confinamiento. Pero la misma sensación de que esto ya está por acabarse puede incentivar el relajamiento de las medidas sanitarias, con lo cual no sólo nos enfrentamos a rebrotes e incrementos sino a la pérdida de confianza y al retroceso de todo lo que se ha logrado en tiempos de adversidad.

Al igual que la economía en su conjunto, la confianza también depende de lo que se haga en el campo de la salud, de cómo se resuelve la crisis sanitaria, de si funcionan las medidas de prevención, de si la gente se cuida y de si se logra disminuir la cantidad de contagios y muertes. La confianza es fundamental para la recuperación de la economía, para que vuelvan las inversiones y se reactiven los emprendimientos; para que se contrate a la gente y para que se puedan mover el comercio y otros sectores. Tradicionalmente, se pensaba a la confianza en la economía sólo en función de resultados económicos. Hoy debemos pensar la confianza en función de la salud, primero, y la economía, después.