Ocotlán, Jalisco

Mediante una rueda de prensa, especialistas ambientales, activistas y políticos dieron a conocer su postura sobre el estado del saneamiento del Río Santiago, ya que consideran que a pesar de que se han destinado más de 4 mil 600 millones de pesos, los problemas medioambientales y de salud continúan.

El investigador del Departamento de Ciencias Ambientales de la Universidad de Guadalajara, Javier García Velasco, dijo que en estudios que han realizado en los afluentes del Río Santiago, han encontrado niveles elevados en nitrógeno de nitratos, cloruros, detergentes, mercurio, estroncio y rubidio; además de coliformes totales y fecales, entre otros. Los investigadores también informaron que hay alteración en las especies del cuerpo de agua, además de que existe poco oxígeno.

Sobre los estudios expuestos por académicos de la Universidad de Guadalajara, esto fue lo que dijo el académico del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, Javier García de Alba Verduzco:

“Esos estudios muestran solo un punto de esta parte del Iceberg que se ve, de toda la contaminación que tenemos y que no ha sido atendida, no solamente de este año, sino por décadas, sexenios, en que no se ha incidido en cambiar el ecosistema y tener mejor calidad de vida”.

Por su parte, el diputado de Hagamos, Enrique Velázquez, dijo que el objetivo de este encuentro es comparar lo que dicen los especialistas, con la versión oficial:

“Lo que queremos es contrarrestar los dichos de los gobiernos, contra un estudio científico. Es como si hiciéramos una diagnóstico, y lo que nos dicen los estudios es que, prácticamente, el río está muerto”.

Los activistas, entre ellos del Colectivo del Saneamiento Integral del Río Santiago, denunciaron que los diputados no han estado abriendo las puertas al diálogo para discutir el tema, por lo que dijeron que no hay una oposición real en el Congreso del Estado.

Por su parte, el activista Enrique Lira, dijo que sigue habiendo muertes en habitantes del Río Santiago, por lo que pidieron acatar lo que dice la Ley de Equilibrio Ecológico, en lo que se ordena: que cada municipio tenga su lista de descargas a la vertiente del río, y que cada empresa contaminante tenga planta de tratamiento.